Sumisión
«Sométanse, pues, o Dios. Resistan al diablo, y este huirá de ustedes» (Santiago 4- 7).
CIENTÍFICOS DE LA UNIVERSIDAD DE MARYLAND, EN ESTADOS Unidos, investigaron cómo ciertos comportamientos que en la sociedad de hoy se asocian con masculinidad son en realidad negativos para el bienestar. Los investigadores acompañaron a 322 jóvenes durante seis meses de su primer año de universidad, y detectaron que comportamientos como la violencia, el deseo de tener múltiples parejas y la presunción (que típicamente la gente considera «masculinos») están directamente relacionados con la depresión.
Todos los comportamientos descritos en la investigación son hoy por hoy relacionados en nuestra sociedad con el concepto de masculinidad (el concepto de en qué consiste ser hombre). Lamentablemente, esa VISION DISTORSIONADA DE MASCULlNlDAO ESTA ENFERMANDO A LOS ADOLESCENTES.
Si existe una característica que a nuestra sociedad le parece opuesta a la masculinidad esa es la sumisión. Entendiendo por sumisión el ser dócil, humilde, obediente y respetuoso, la gente piensa que eso no es de hombres. Pero, a pesar de que todas esas características son contrarias al concepto actual de masculinidad, describen perfectamente al mayor ejemplo de hombre que la humanidad haya tenido: Jesús.
En su Carta a los Hebreos, Pablo escribió que, durante sus días en esta tierra, Jesús oraba fervorosamente, y era atendido por causa de su «reverente sumisión» (Hebreos 5:7. NVI). JESÚS ERA SUMISO A DIOS y esa no era una debilidad suya, sino todo lo contrario: era el secreto de su fuerza, pues Dios honra a los que se someten a él.
¿Quieres ser un adolescente de poder? ¿Quieres vencer las tentaciones de Satanás? Pídele a Dios que te ayude a ser sumiso a sus designios para tu vida.