¿Una semana?
“Porque el Señor hizo en seis días el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el día séptimo. Por eso el Señor bendijo el sábado y lo declaró día sagrado” (Éxodo 20:11).
Imagina que tu profesor te da un trabajo que es demasiado difícil de hacer en casa. Necesitas investigar en varias fuentes, montar una maqueta, entrevistar gente; en fin, mucho trabajo.
–¿Puedo hacerlo en grupo? –preguntas.
–El trabajo es individual –responde el profesor.
¿Y ahora? Bueno, empiezas a organizarte y a pensar en cuántos días podrás completar todos los elementos de trabajo. Antes de que saques la cuenta, ves que el profesor escribe la fecha en la pizarra. “¿Solo tenemos una semana para hacerlo?”, preguntas, incrédulo, ante la información escrita en la pizarra.
Si el trabajo escolar requiere tanto esfuerzo, ¿qué decir de la creación del mundo? ¿Parece imposible que todo se hiciera en una sola semana? Para los ojos humanos, es realmente imposible, pero no fue un hombre el responsable de este “trabajo”. ¡Era Dios! Solo él, con su poder incomparable, podría crear el mundo entero en menos de una semana. Así es: Dios creó el mundo en seis días, y descansó el séptimo para que recordemos todo lo que hizo.
¿Qué te parece, este próximo sábado, hacer un recorrido para observar algunas de las cosas que Dios creó? Aprovecha para recordar cuán grande es su poder, capaz de crear todo lo que existe.