Alivio para el alma
“En medio de las preocupaciones que se agolpan en mi mente, tú me das consuelo y alegría” (Salmo 94:19).
¿Cuántos pensamientos pasan por tu mente en un solo día? Probablemente pienses en el colegio, en la familia, en los amigos, en las tareas, en divertirte… y la lista continúa.
De todo lo que pasa por tu mente durante el día, ¿con qué frecuencia piensas en Dios? Si de alguna manera pudieras rastrear cuántas veces haces esto, encontrarías que no es mucho en comparación con los innumerables pensamientos del día.
Quien escribió el Salmo 94 se dio cuenta de que pensar en Dios trae consuelo. Todos pasamos por momentos en los que necesitamos consuelo y paz. Tal vez estés enfrentando alguna enfermedad ahora o estés nervioso por un examen; tal vez estés de duelo por la pérdida de alguien cercano a ti. No importa cuál sea la razón, Dios siempre está presente en nuestra vida y dispuesto a consolarnos. Para ello, es importante que nuestra mente esté conectada con él y que su Palabra sea nuestro alimento diario. Cuanto más hagas esto, más sentirás a Dios cerca de ti en tu momento de necesidad.
Despídete de la ansiedad de la vida, y recibe el alivio y consuelo que solo Dios puede dar.