¿Hay lugar?
«Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada» (Lucas 2:7, NVI).
UNA ENCUESTA INVESTIGÓ LA OPINIÓN DE LOS CUENTES SOBRE la hospitalidad en un hotel de lujo. Los resultados indicaron que los huéspedes se sentían satisfechos cuando eran bien recibidos y acogidos por el personal. Asi pues, desde el punto de vista de los huéspedes, la hospitalidad está necesariamente ligada al contacto con otras personas.
Hace unos dos mil años, una pareja llegó a la pequeña ciudad de Belén. Lamentablemente, no fueron bien recibidos allí. José y María solo encontraron albergue en un sencillo establo junto a los animales.
Jesús, que vivía en el cielo (un lugar perfecto), rodeado de miles de millones de ángeles, vino a nacer como un bebé en un establo maloliente y bullicioso. ¡Qué gran amor y abnegación!
Hoy es el día de recordar lo que Jesús hizo por nosotros, aun cuando sabía que muchas personas no lo aceptarían como su Salvador personal. Algunos viven demasiado ocupados y no están dispuestos a recibirlo. Pero, aun así, él está a la puerta de nuestros corazones buscando un lugar para habitar. ¿Hay lugar para Jesús en tu vida?
No dejes que el ajetreo de este día te distraiga del verdadero significado de la Navidad. Disfruta de esta fecha tan especial y prepara tu corazón para recibir a Jesús con todo el amor que se merece.