Buen fruto
“Así es, de la misma manera que puedes identificar un árbol por su fruto, puedes identificar a la gente por sus acciones” (Mateo 7:20, Nueva Traducción Viviente).
El árbol de aguacate produce aguacates; el manzano, manzanas; el árbol de guayaba, guayabas; el banano, plátanos; y el duraznero, duraznos. Esta información parece obvia. Sería muy extraño si dijera que un manzano produce sandías. De hecho, esto sería imposible, porque, aunque hay muchos árboles, cada uno de ellos da un fruto específico y, con solo mirar el fruto, es posible saber de qué árbol proviene.
En el reino espiritual sucede de la misma forma. La Biblia dice que las personas son reconocidas como seguidoras de Jesús por el fruto que producen. Los verdaderos cristianos producen el fruto del Espíritu: “amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio” (Gál. 5:22, 23).
Quien no es guiado por el Espíritu produce impureza, indecencia, idolatría, hechicería, odio, discordia, celos, ira, egoísmo, desarmonía, envidia; borracheras y otras cosas similares (Gál. 5:19-21).
Tu comportamiento, ¿revela que estás siendo guiado por el Espíritu de Dios? ¿Qué tipo de fruto has estado produciendo? Piénsalo, y pide al Espíritu Santo que te ayude a producir buenos frutos.