¿Puedo ayudar?
«Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de otros» (Filipenses 2:4)
¿AYUDAS EN LAS TAREAS DEL HOGAR? ¿QUÉ SUELES HACER? ¿Has limpiado alguna vez el baño? Si intentas limpiar los azulejos inferiores de la pared del baño utilizando solo agua, esponja y jabón te darás cuenta de que necesitarás aplicar mucha fuerza. Ahora, antes de volver a intentarlo, prepara esta mezcla:
300 ml de vinagre de alvohol, 200 ml de agua, 2 cucharadas soperas de detergente. Coloca la mezcla en un atomizador y aplica bastante cantidad sobre los azulejos. Ahora, espera unos minutos y luego restriega con una esponja, Este profucto casero hará que la limpieza sea mucho más fácil.
Dios quiere nuestra felicidad, y parte de ella consiste en no ocuparnos solo de nuestros propios intereses. Debemos estar constantemente agradecidos a quienes, de una u otra manera, nos presten algún servicio, y a menudo solo aprendemos a ejercer esta gratitud cuando experimentamos lo mismo (es decir, cuando tenemos que realizar ese trabajo nosotros mismos).
¿Esperas que los demás lo hagan todo por tí? o tú también asumes responsabilidades y te dispones a ayudar? Además de manifestar GRATITUD Y RESPETO, cuando contribuyes con las tareas del hogar estás desarrollando autonomía y preparándote para ser un adulto más responsable.
¿Qué tal empezar el día pensando en qué puedes hacer para mostrar amor a los que te rodean? Pueden ser cosas sencillas y fáciles, como organizar tu habitación y cuidar de tus pertenencias. No lo olvides: si tu corazón está dispuesto a servir con amor, serás feliz.
«Puesto que tanto los hombres como las mujeres ocupan su lugar en el hogar, los niños y las niñas deben saber en qué consisten los trabajos domésticos. Tender las camas, ordenar la habitación, preparar la comida, lavar y coser la ropa, son actividades que, como educación, no menoscaban la virilidad de ningún muchacho; lo hará más feliz y más útil» (La Educación, cap 24, p: 195)