¡Voy contigo!
“Así que, anda, que yo estaré contigo cuando hables, y te enseñaré lo que debes decir” (Éxodo 4:12).
¿Alguna vez has tenido que hacer algo que parecía demasiado difícil? ¿Alguna vez te has sentido poco preparado para realizar una tarea importante? Tienes que saber que esto le sucede a muchas personas, y es exactamente lo que Moisés experimentó cuando Dios le presentó un gran llamado.
Se le dio la misión de presentarse ante Faraón para liberar a los israelitas de la esclavitud en Egipto. Sin embargo, no se sentía del todo cómodo con esta tarea. De hecho, estaba muy asustado. “¿Y si no me creen?”, le preguntó al Señor. Dios lo tranquilizó, diciéndole que obraría muchos milagros por medio de él. “Tira esta vara al suelo”, dijo. Y la vara se convirtió en serpiente. “Esto es para que crean”, concluyó el Señor.
Aun viendo los milagros que Dios podía hacer, Moisés todavía tenía miedo y pensó que no podría hablar con las autoridades. “No puedo hablar bien”, se excusó. ¿Qué respondió Dios? “Así que, anda, que yo estaré contigo cuando hables, y te enseñaré lo que debes decir” (Éxo. 4:12).
¿Hay algo realmente difícil que necesites hacer? ¿Alguna presentación escolar o conversaciones importantes con alguien? Usa estas líneas para escribir tu mayor dificultad (del día, la semana, o incluso el año).
Relee el versículo del día y cree que esa promesa también te fue extendida a ti. Ahora, ¡cumple tu misión! ¡Dios está contigo!
