Alianza eterna
«Cuando el arcoíris esté entre las nubes, yo lo veré y me acordaré de la alianza que he hecho para siempre con todo hombre y todo animal que hay en el mundo» (Génesis 9:16).
PIENSA EN LA EMOCIÓN DE NOÉ CUANDO vio por primera vez la belleza de los colores del arcoíris decorando el cielo, ahora claro y limpio, después de días de lluvia y tormenta por causa del diluvio.
Aunque estemos cerca de Cristo y hagamos su voluntad, existen días de tormenta en nuestra vida. En esos días, nuestro mayor deseo es el de huir al interior del arca y llorar. En los momentos en los que nadie más ve nuestro dolor, Dios sí lo ve. ÉL SIEMPRE VE. Con sus brazos invisibles nos rodea y nos repite la promesa hecha hace tantos años a Noé:
«¡Yo estoy aquí, y siempre lo estaré! Sal fuera y mira el cielo. Dejé una señal para que siempre puedas recordar mi amor y mi cuidado».
Puedes albergar muchas dudas, pero hay una que nunca debes dejar que entre en tu corazón: que a Dios no le importas. Siente el abrazo del Padre, aunque no veas señales en el cielo; y ten la certeza de que LAS TORMENTAS PASAN y el arcoíris vuelve a aparecer como recordatorio de que el amor de Dios es eterno.
Con una refractaria rectangular, un espejo pequeño, agua y una cartulina blanca puedes hacer un experimento muy interesante.
Solo tienes llenar la que refractaria con agua, colocar el espejo en ella. A continuación, que la luz del sol se refleje en el espejo e incida en la cartulina blanca. ¿Qué ocurrirá? La luz está formada por componentes de todos los colores. Por eso, cuando se refracta debido al reflejo que atraviesa el color agua, cada que la compone se refracta en un ángulo diferente y es posible observar el arcoíris se forma en el papel.