Matutina para Adolescentes | Miércoles 3 de septiembre de 2025 | In-estable

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Matutina para Adolescentes

«A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido» (Salmo 16:8, RVR

1960).

A veces la juventud (y a veces también la vida adulta) se siente como una montaña rusa de emociones. Hay días en los que creemos que estamos en el tope del mundo –algún acierto y un par de elogios pueden gatillar esa sensación– y hay otros momentos en los que nos parece que, si nos utilizaran como trapo para limpiar un baño, el baño se perjudicaría (tampoco se necesita mucho para sentirnos así, ¿no?).

Antes de ser el gobernador de todo Egipto, José no habría tenido una educación perfecta. Creció en un hogar con un padre y cuatro madres, un hermano y diez medio hermanos –que estaban celosos de él, quizá por la influencia de sus madres y las muestras de favoritismo de su padre. Nadie nace sabiendo y, falto de experiencia, no supo cómo ser totalmente leal a su padre y, a la vez, amigo de sus hermanos.

Todo este combo (y otros imperdibles detalles que puedes encontrar desde Génesis 37 en adelante) desembocó en la traición de sus hermanos. Casi lo matan, pero como medida «compasiva» lo vendieron como esclavo.

Piensa por un momento en ese viaje a Egipto, al rayo del Sol, caminando, imagino que atado, para que no escape… pequeños detalles circunstanciales en comparación con varias tragedias: haber sido vendido por unas pocas monedas ¡como esclavo! por sus hermanos, no poder estar más con su padre, esperar ser revendido en un mercado de esclavos en un país desconocido. Todos los ingredientes para estar por debajo del fondo del océano con sus emociones. TODOS.

Casi se entregó a la desesperación (pensemos que incluso «Elías era tan humano como cualquiera de nosotros» [Sant. 5:17, NTV]), pero eligió tomarse de lo bueno que hubo en su educación. Eligió confiar en Dios, entregarle su caso y descansar en él.

Veo bastante probable que José haya aplicado lo que, años después, nos aconsejó Jesús: «No se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy» (Mat. 6:34, NTV). ¡Imagina cargar en la cabeza con CADA COSA que podría ocurrir en la vida! No me anoto. Venga solo el día de hoy.

Nuestras circunstancias pueden ser como las de José, o peores. O, quizá, mejores (y nuestro peor enemigo somos nosotros mismos). ¿Entonces? Nada, solo una cosa. Jesús te invita: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso» (Mat. 11:28, NTV).

Oración: Gracias, Padre, por fijar un tiempo para entrar en tu descanso, y porque «ese tiempo es hoy» (Heb. 4:7, NTV).

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