Un sueño espectacular
“Yo estoy contigo; voy a cuidarte por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra. No voy a abandonarte sin cumplir lo que te he prometido” (Génesis 28:15).
Jacob hizo un viaje a la casa de su tío. Mientras caminaba, el sol comenzó a ponerse. Estaba cansado y decidió dormir. No había cama, manta ni almohada, por eso tuvo que improvisar. Se tumbó en el suelo, tomó una piedra y apoyó la cabeza en ella. La “cama” no era muy cómoda, pero Jacob durmió tan bien, que hasta soñó. Y fue un sueño espectacular.
Vio una enorme escalera resplandeciente que conectaba la Tierra con el cielo. Por ella subían y bajaban muchos ángeles. Por medio del sueño, Dios le aseguró a Jacob que sería bendecido y protegido en todas las situaciones.
Jacob se sentía abandonado y triste en ese momento. Estaba lejos de su familia y no sabía si las cosas estarían bien una vez que llegara a la casa de su tío. Entonces, Dios decidió mostrarle que, sin importar el tiempo y el lugar, su presencia es real para sus hijos en los momentos felices y en los momentos tristes. Confía en esa promesa. ¡También se aplica para ti!
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