¿Qué tienes en tus manos?
“–Ellos no me creerán, ni tampoco me harán caso –contestó Moisés–. Al contrario, me dirán: ‘El Señor no se te ha aparecido’.
–¿Qué es lo que tienes en la mano? –preguntó el Señor.
–Un bastón –contestó Moisés.
–Arrójalo al suelo –ordenó el Señor.
Moisés lo arrojó al suelo y, en ese mismo instante, el bastón se convirtió en una serpiente. Moisés echó a correr para alejarse de ella, pero el Señor le dijo:
–Extiende la mano y agárrala de la cola.
Moisés extendió la mano y, al agarrarla, la serpiente se convirtió otra vez en bastón” (Éxodo 4:1-3).
A Moisés se le dio una misión: sacar a los israelitas de Egipto y llevarlos a la tierra que el Señor había preparado. Ante esta tarea, Moisés temía que el pueblo no le creyera. Al hablar con Dios, dijo lo que se describe en el versículo de hoy. Leyendo unos cuantos versículos más en la Biblia, vemos que Moisés tenía miedo de la serpiente, pero Dios le ordenó que la asiera por la cola, y aquella se convirtió de nuevo en una vara (vers. 4). “Esto es para que crean que se te ha aparecido el Señor, Dios de tus antepasados, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob” (Éxodo 4:5).
Una sola vara se usaría de manera milagrosa para mostrar al pueblo que el Dios todopoderoso estaría con ellos. El mismo Dios que estuvo con los antepasados guiaría al pueblo por el camino seguro. Sin el poder divino, esa vara sería inútil, pero el Señor la usó para lograr que el pueblo confiara en él.
¿Qué tienes en tus manos? ¿Tus talentos, recursos, fuerza e inteligencia? Al poner tu vida en las manos de Dios, él puede obrar milagros y mostrar su poder a través de ti. Solo necesitas ponerte en las manos de Dios y confiar.
Señor, entrego a ti todo lo que tengo y todo lo que soy. Quiero ser usado para mostrar a otras personas tu poder.