La verdadera piedad
«Un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verlo, sintió compasión» (Lucas 10:33).
UNA INVESTIGACIÓN ANALIZÓ DIVERSOS CONFLICTOS PÚBLICOS captados por cámaras de vigilancia en tres países: Reino Unido, Países Bajos y Sudáfrica. Como resultado, los científicos descubrieron que, en 9 de cada 10 conflictos públicos, al menos una persona (si no varias), hace algo para ayudar.
¿Y tú..? Al ver que alguien necesita ayuda, ¿sigues tu camino sin mirar atrás, o haces algo para ayudar a esa persona?
En el capítulo 10 del libro de Lucas, observamos diferentes actitudes ante un joven al que habían asaltado y golpeado. Al verlo ensangrentado en el suelo, tanto el sacerdote como el levita pasaron lejos.
El samaritano, en cambio, considerado indigno por los judíos, se sintió movido a compasión. No solo curó las heridas de aquel joven, sino que también le pagó su estadía en un lugar seguro hasta que se recuperase por completo.
¿Vives los principios del amor al prójimo o te escondes tras una falsa piedad?
No necesitas hacer cosas imprudentes, como meterte en peleas o correr riesgos innecesarios, pero no puedes dejar de actuar con empatía e interés hacia las personas que te necesitan.