«Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos» (Efesios 5:15, 16).
En esta era digital donde los videojuegos están al alcance de un clic, puede ser un reto equilibrar la pasión por los mundos virtuales con la sabiduría de la vida real. ¿Cómo podemos equilibrar los momentos de juegos con mantenernos firmes en nuestra fe y nuestros valores? Bueno, la Biblia no habla directamente de videojuegos, pero nos da pistas épicas sobre cómo vivir sabiamente.
Primero, hablemos del tiempo. Efesios 5:15 y 16 nos da la idea de vivir con sabiduría, y eso significa que cada minuto cuenta. No se trata de cortar absolutamente los videojuegos de tu vida, sino de balancear ese tiempo de juego con tus obligaciones, estudios, amigos y tiempo con Dios.
Ahora, pensemos en los juegos que elegimos. Filipenses 4:8 es como el filtro definitivo: lo que jugamos debería ser bueno, justo, puro y amable. Si un juego te deja sintiendo un bajón moral, quizá sea hora de buscar otro que sí esté alineado con tus valores. Y eso nos da libertad de jugar lo que queramos, ¿verdad? Bueno, 1 Corintios 6:12 nos recuerda que, aunque «todo nos está permitido», no todo nos conviene. Así que, antes de que ese juego se convierta en el dueño de tu vida, asegúrate de que tú estás en el control.
Cuando se trata de edificar y dar un buen testimonio, 1 Corintios 10:23 nos da la pauta. Pregúntate: Este juego ¿me está construyendo de alguna manera? ¿O podría hacer que otros cuestionen mi rol como cristiano?
Colosenses 3:17 nos invita a hacer todo en el nombre de Jesús, y sí, eso incluye los videojuegos. Esto no significa que cada juego tiene que ser sobre la Biblia, pero sí que no deberíamos hacer nada que Jesús no aprobaría.
Los videojuegos pueden ser una manera increíble de relajarse y disfrutar, pero como todo buen jugador sabe, la clave está en jugar con estrategia. Usa la sabiduría bíblica como tu guía, mantén tus prioridades en orden y disfruta del juego en el camino hacia una vida plena y en sintonía con tus creencias.
Oración: Mi Padre eterno, te pido ayuda para ser sabio en el uso de mi tiempo.
