Planes perfectos
“Yo sé que tú lo puedes todo y que no hay nada que no puedas realizar” (Job 42:2).
¿Has comido castañas de cajú? ¿Cómo es que alguien, un día, miró esa parte amarga del cajú, probablemente después de haber comido toda la fruta, y en lugar de tirarla pensó: “Esta parte también hay que comerla”, y se le ocurrió la idea de secarla para ver qué pasaría? ¿Quién fue este genio que descubrió las castañas de cajú? Quienquiera que haya sido, convirtió algo insípido en un alimento útil y sabroso. Y, con el tiempo, ¡la castaña ganó más fama que la fruta!
Del mismo modo, puedes preguntarte de qué manera las “cosas malas” pueden ser útiles en tu vida. ¿Por qué las personas buenas también se enferman, pierden sus trabajos, sufren humillaciones, experimentan pruebas y mueren? ¿Cómo pueden estas cosas malas ayudar a la vida de un hijo de Dios? Es difícil entender y aceptar que a la gente buena le pasen cosas malas.
Pero Dios puede usar situaciones difíciles para ayudarnos a confiar más en él, aumentar nuestra fe, y tocar nuestra vida y la vida de los demás. Por lo tanto, debemos creer que, pase lo que pase, al final todo saldrá bien. Dios quiere regalarnos una vida buena y eterna, y ninguna mala situación vivida en la Tierra arruinará sus planes.
¿Hay algo en tu vida que no entiendes? ¿Confías en que el Dios soberano sabe lo que hace? ¿O culpas a Dios por no darte siempre “cosas buenas”? Puedes estar seguro de que Dios hará todas las cosas para tu bien, de acuerdo con su plan perfecto.
“A veces Dios calma la tormenta. Otras veces él permite la tempestad y te calma a ti” (Bill Johnson).
¿En qué aspecto especial necesitas confiar más en Dios en este momento? ¿Cómo crees que él puede usar esta situación para tu propio bien?