El peso de las consecuencias
“El prudente ve el peligro y lo evita; el imprudente sigue adelante y sufre el daño”. Proverbios 22:3
INTENTA IMAGINAR COMO SERÍA CUIDAR DE UN MUÑECO HECHO con un paquete de arroz de 5 kilos. La idea de este experimento se hizo con varios adolescentes de distintos colegios. Los alumnos tuvieron que envolver el paquete de arroz en un pañal de tela y tuvieron que cuidar del bebe, llevándolo consigo a todas partes. La mayoría de los estudiantes afirmo que al principio estaban entusiasmados con la actividad, pero que después de los primeros días se dieron cuenta de que es muy difícil prestar atención y cuidar de un niño tan dependiente, teniendo a la vez que estudiar y realizar otras actividades cotidianas.
Sin duda, uno de los mayores desafíos de la vida es educar, cuidar y conducir a un ser humano por los caminos de la sabiduría y la paz. La mente y el cuerpo de los jóvenes y adolescentes no están preparados para brindar todo el soporte que un bebe necesita. Por eso, es muy importante tener cuidado con las decisiones que se toman, y hacerlo en el momento apropiado.
CADA FASE DE LA VIDA DEBE DISFRUTARSE SABIAMENTE.
Leemos en el versículo de hoy que los que hacen caso omiso de los peligros, y siguen adelante, sufren las consecuencias de aquello que buscaron. Cuidado con lo que buscas. Hay un momento adecuado para asumir cada responsabilidad que surge en nuestra vida. Presta atención a las advertencias y consejos divinos, no ignores las señales de peligro. ¡Esto es muy importante!