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«El Señor te bendiga y te guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y te extienda su amor; el
Señor mueva su rostro hacia ti y te conceda la paz» (Números 6:24-26).
A medida que crecemos y enfrentamos nuevas experiencias, es importante recordar que nunca estamos solos. En Números 6:24 al 26 encontramos una hermosa bendición que el Señor le dio a Moisés para que la compartiera con el pueblo de Israel. Esta bendición no solo se aplica a ellos, sino también puede guiarnos en nuestro camino como adolescentes hoy.
Bendición de protección. Primero, el versículo dice: «El Señor te bendiga y te guarde». Imagina que estás bajo la sombra de un árbol grande en un día caluroso. La sombra te protege del calor abrasador del Sol. De la misma manera, Dios te protege de los desafíos y los peligros que puedas enfrentar en la vida. Él está siempre a tu lado, velando por ti.
Bendición de amor. Luego, el versículo dice: «El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y te extienda su amor». La gracia es como un regalo que no merecemos, pero Dios nos lo da de todos modos. Cuando Dios hace resplandecer su rostro sobre ti, te llena con su amor y su favor. Incluso cuando cometemos errores, Dios nos muestra su gracia y nos da la oportunidad de empezar de nuevo.
Bendición de aprobación. Finalmente, el versículo dice: «El Señor mueva su rostro hacia ti y te conceda la paz». ¿Alguna vez buscaste la aprobación de otros? Dios ya te mira con agrado. No necesitas ganar su amor; ya lo tienes. Y, cuando tienes la aprobación de Dios, puedes experimentar una profunda paz interior que trasciende cualquier circunstancia.
Querido joven, recuerda siempre la bendición del Señor en Números 6:24 al 26. Dios está contigo en cada paso del camino, y su amor es inquebrantable. Permite que esta bendición guíe tu vida y te dé confianza en medio de las aventuras y los desafíos que te esperan.
Oración: Querido Padre celestial: te agradezco por tu amor incondicional y tus bendiciones.
