Matutina para Adultos | Jueves 09 de Enero de 2025 | Año Internacional de la Paz

Matutina para Adultos | Jueves 09 de Enero de 2025 | Año Internacional de la Paz

Año Internacional de la Paz

«La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo» (Juan 14: 27).

La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que declaraba al año 2021 como Año Internacional de la Paz y la Confianza (A/RES/73/338). Personalmente me parece encomiable que las Naciones Unidas sientan la necesidad de apoyar la paz y que lo declaren así, como hacen cada año con otros temas de interés mundial. Sin embargo, tristemente ese mero hecho no ha bastado para que la paz empiece a reinar en nuestro mundo y la confianza se vaya a imponer entre los seres humanos. La experiencia nos muestra que las guerras siguen devastando la tierra, aun donde menos se esperaban.

Hablando de los últimos tiempos, la Palabra de Dios nos advierte, incluso, de que «cuando digan: “Paz y seguridad”, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina» (1 Tes. 5: 3). Pero, como cristiano, en este principio de año, me parece importante aprovechar esta bien intencionada iniciativa para reflexionar sobre el mensaje de Jesús recogido en el texto de hoy, y preguntarme qué hacemos con la paz y la confianza que Cristo nos ha dejado en herencia y cómo la compartimos con quienes nos rodean.

Como cristiano considero que no está de más que este año mire en torno mío, vea lo que mis prójimos necesitan y me pregunte qué puedo yo hacer para hacerles llegar algo de la paz que Cristo desea. En tiempos de dificultades económicas, como el presente, las tensiones aumentan. Aumentan la incertidumbre en los hogares, los roces en la pareja y la ansiedad de quienes han perdido su trabajo y de quienes no pueden conseguir la atención sanitaria que necesitarían ellos o sus seres queridos. En este momento en que escribo estas reflexiones, he decidido dejar a un lado algunas de mis rutinas, encerrado en mi pequeño universo, y aprovechar este anhelo mundial de paz y confianza para convertirlo, en mi vida personal, en un año de gracia, como mensajero de esperanza en un mundo que hace frente a tantos conflictos e incertidumbres.

¿Cómo nos situamos nosotros, que nos consideramos creyentes, ante las expectativas de los demás al principio de este año? ¿Cómo me sitúo yo personalmente ante la paz de Cristo? Todavía estamos a tiempo de tomar buenas decisiones. Todos los días son apropiados para ello. Señor, dame tu paz e ilumíname para que la comparta con quienes no la tienen.

Hoy, este año y siempre.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Maria Hernández Morales

    Excelente para el crecimiento espiritual

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