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«Tengan paciencia, que así ganarán sus almas» (Lucas 21: 19, RVC).
Durante la primera cuarentena causada por la pandemia de COVID-19, que casi paralizó la vida en España de marzo a junio del año 2020, todas las tardes, a eso de las 20 horas, se hizo popular el himno «Resistiré», que decía entre otras cosas lo siguiente:
Cuando pierda todas las partidas, cuando duerma con la soledad,cuando se me cierren las salidas, y la noche no me deje en paz.
Cuando sienta miedo del silencio, cuando cueste mantenerme en pie,cuando se rebelen los recuerdos, y me pongan contra la pared. […]
Resistiré, para seguir viviendo,soportaré los golpes y jamás me rendiré,y aunque los sueños se me rompan en pedazos,resistiré, resistiré.
Esta canción fue popularizada por dos jóvenes que se dieron a conocer con el nombre artístico de El Dúo Dinámico, y publicada en 1988.
Durante el confinamiento debido a la mencionada pandemia, la canción se convirtió en un canto de resistencia contra la enfermedad. Sus autores cedieron sus derechos a la Comunidad de Madrid para su uso en campañas institucionales mientras durase el estado de alarma. Era emocionante escuchar, cada tarde, a gente de todas las clases y de todas las edades, cantar a todo pulmón desde sus ventanas, balcones o terrazas, para dar ánimos al resto de la población y, en especial, a los enfermos recluidos en sus hogares y a los profesionales de la salud que arriesgaban su vida por su contacto con la enfermedad. En realidad, muchos de ellos murieron contagiados por el virus. Sobre todo, era emocionante escuchar estas palabras saliendo de los labios del personal sanitario y de los pacientes a los que atendían. Para ellos era como un grito de guerra, como un himno a la esperanza que los animaba a seguir luchando por sobrevivir y por salvar vidas.
Las palabras de Jesús escogidas para nuestra meditación de hoy vienen a ser, en esencia, otra invitación a resistir, pero todavía más importante, porque no solo se trata de proteger nuestra salud, sino de alcanzar la vida eterna. Porque la frase no muy clara para todos de «tengan paciencia, que así ganarán sus almas» significa, en realidad, lo que dejan bien claro otras traducciones: «¡Manténganse firmes, para poder salvarse!» (DHH) o «si se mantienen firmes, se salvarán» (NVI).
Señor, recuérdame hoy que con tu fuerza puedo resistir al mal. Sálvame del virus del pecado y dame el gozo de tu salvación, para que pueda compartirla con otros.