Matutina para Adultos | Lunes 01 de Abril de 2024 | Dios siempre escucha

Matutina para Adultos | Lunes 01 de Abril de 2024 | Dios siempre escucha

Dios siempre escucha

“En mi desesperación oré, y el Señor me escuchó” (Salmo 34:6, NTV).

La comunicación está en crisis. Vivimos tiempos en los que mucha gente tiene algo que decir, pero nadie sabe o quiere escuchar. Hablamos para rebatir; hablamos para ganar una discusión; hablamos para que nos obedezcan; pero no conversamos. Conversar implica un cincuenta por ciento de hablar y un cincuenta por ciento de escuchar, por ambas partes. En esto último, no estamos bien. Todo el mundo tiene algo que decir, algo que sugerir o de lo cual quejarse, y esa misma necesidad de expresar nuestras ideas y opiniones nos impide escuchar a los demás. Solo nos vemos a nosotros mismos.

Condicionadas por estas malas experiencias de comunicación, pocas personas encuentran atractiva la idea de hablar a Dios a través de la oración. Suponen que Dios está tan alto, que es tan perfecto y tan sabio, que no escucha a sencillos y ordinarios seres humanos. Otros solo claman a Dios cuando se encuentran en momentos de apuros. Su oración es más bien reactiva. Es probable que quien la hace ni siquiera sepa a quién le está dirigiendo su clamor, o tal vez no tenga la seguridad de que haya alguien en el Cielo que escucha. Por eso es tan relevante el testimonio del salmista, que nos dice: “A mí, el Señor me escuchó”. Básicamente nos está diciendo: “Yo tampoco tengo nada que me recomiende ante Dios, no soy gran cosa. Sin embargo, el Señor me escuchó. Si lo hizo conmigo, seguro lo hará contigo si acudes a él en oración”. ¿Sabes por qué? Porque los oídos del Señor están abiertos a nuestras oraciones (ver 1 Ped. 3:12). Sí, a las tuyas también.

Cuando buscas a Dios a través de la oración, él siempre escucha y responde. Esa respuesta puede darse de dos maneras: 1) Dios cambia las circunstancias; o 2) Dios te cambia a ti para que puedas soportar la prueba, que por alguna razón él permite que atravieses para que salgas al otro lado lleno de poder y de capacidad para la empatía.

Dios escucha la oración. Por eso, si quieres ser escuchado por Dios, debes orar, en vez de quejarte, criticar, opinar, maldecir o gritar. Dios no se ha comprometido a escuchar cuando haces estas cosas, pero cuando clamas en oración, con fe, humildad y obediencia, él ha empeñado el compromiso de escucharte. “Clama a mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jer. 33:3). Confía en esa promesa.

Si clamas a Dios en oración, si te diriges a él creyendo que te escucha y que puede ayudarte, él te oirá.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Luz Stella

    Es maravilloso encontrar es te alimento espiritual para comenzar el día de la mano poderosa de Dios 🙏 gracias

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