Matutina para Adultos | Lunes 07 de Agosto de 2023 | “Luz resplandeció sobre ellos”

Matutina para Adultos | Lunes 07 de Agosto de 2023 | “Luz resplandeció sobre ellos”

“Luz resplandeció sobre ellos”

“El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; a los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos” (Isaías 9:2).

Tras la guerra de secesión entre los hijos del rey Salomón, la tierra de Israel se dividió en dos partes: el reino de Israel, en el norte; y el reino de Judá, en el sur. La parte norte tenía como capital a Samaria, y la capital del reino del sur era Jerusalén. Esas dos regiones también eran conocidas como Galilea, en el norte; y Judea, en el sur. Históricamente, la parte norte nunca fue bien valorada. Por ejemplo, Salomón le regaló a Hiram, el rey de Tiro, veinte ciudades en Galilea, y cuando Hiram las vio, “no le gustaron” (1 Rey. 9:12).

El valor de la región terminó de desplomarse cuando Samaria fue conquistada por los asirios en el 722 a.C. Una gran parte de los israelitas fueron llevados cautivos y la tierra fue repoblada por “gente de Babilonia, de Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim” (2 Rey. 17:24). De ahí que la zona llegó a ser conocida como “Galilea de los gentiles” (Isa. 9:1). Por eso los judíos consideraban toda esa región como una zona de tinieblas, no se trataban con esa gente y no creían que de esos lugares pudiera salir algo bueno. De hecho, los judíos se negaron a aceptar a Cristo porque era inimaginable que el Mesías viniera de Galilea (ver Juan 7:41). Y Natanael se preguntaba: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?” (Juan 1:46).

Lo maravilloso es que a esa zona de oscuridad se le prometió: “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; a los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos” (Isa. 9:2). Y esa promesa se cumplió cuando Cristo llegó y se estableció en esa región (ver Mat. 4:12-16). El Señor fue a donde nadie quería ir; llevó la luz a los que estaban en oscuridad; impartió vida a los que solo conocían la muerte. Para Jesús no hay nadie tan malo ni pecador que no pueda merecer una oportunidad.

Ese Cristo que fue la luz para esos rincones oscuros del norte de Palestina, es el mismo que hoy puede traer luz a la densa oscuridad que cubre nuestras almas. Dejemos hoy que su luz habite en todos nosotros.

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