Matutina para Adultos | Martes 08 de Abril de 2025 | ¿Has leído?

Matutina para Adultos | Martes 08 de Abril de 2025 | ¿Has leído?

¿Has leído?

«¿No han leído […]? ¿O no han leído […]?» (Mateo 12: 3, 5, NVI).

Los Evangelios registran al menos siete pasajes en los que Jesús dirige a sus interlocutores esta incómoda pregunta: «¿No han leído…? ¿Nunca han leído…?». Porque se trata claramente de un velado reproche. Jesús da por sentado que todo creyente deseoso de hacer la voluntad de Dios tendría que leer personalmente su Palabra.

Los expertos nos dicen que, ya por sí misma, la lectura es probablemente el mejor ejercicio para alimentar nuestro cerebro. Diversos estudios han comprobado que no hay práctica que ayude más a la mente a desarrollar sus capacidades que la lectura. No leer (aquí se sobreentiende las Escrituras) es para Jesús casi renunciar a usar la inteligencia en nuestra vida espiritual. Es como limitarse a pasar por la vida sin intentar comprender mejor lo que Dios ha tenido a bien decirnos.

Pero ¿qué hace a la Biblia tan especial que debamos leerla? Leer la Biblia personalmente tiene más relevancia de lo que muchas personas creen. Este viejo libro «contiene todos los principios que necesitamos comprender, a fin de que estemos preparados para esta vida y para la venidera».32 Veamos algunas razones por las cuales debemos leer la Biblia.

No interesarse en conocer la historia de la salvación es como decir que no nos importa saber por qué estamos en el mundo, por qué hay mundo y por qué hay algo en vez de nada, que sería lo más lógico. Es como dar a entender que no nos interesa saber lo que ha pasado en este universo antes de que llegáramos, ni saber qué va a pasar después de que muramos, por qué vivimos y hemos de morir, ni saber qué nos espera después de la muerte. ¿Es preferible ignorar por qué creemos en Dios y por qué creemos en el Dios en que creemos, y por qué vale la pena obedecer sus mandamientos? En la Biblia encontramos la historia de la humanidad desde la creación del mundo hasta el plan que Dios tiene para nosotros en el futuro.

Además, en cada libro podemos aprender algo nuevo sobre Dios y acercarnos a él. La Biblia nos ayuda a desarrollar una relación más íntima y personal con Jesús: no hay mejor forma de conocerlo y profundizar nuestra relación con él (ver Juan 5: 39).

Meditar en la Biblia nos ayuda a madurar nuestra fe (ver Rom. 10: 17), a crecer espiritualmente (ver Heb. 4: 12) y a motivar nuestros deseos de compartirla (ver Sal. 119: 11). Nos inspira y nos da ánimo (ver Rom. 15: 4).

Señor, quiero escuchar tu voz al leer tu Palabra.

Deja una respuesta