Matutina para Adultos | Martes 25 de Abril de 2023 | “Jesús moriría por la nación”

Matutina para Adultos | Martes 25 de Abril de 2023 | “Jesús moriría por la nación”

“Jesús moriría por la nación”

“Pero esto no lo dijo por cuenta propia sino que, como aquel año era el sumo sacerdote, profetizó que Jesús moriría por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en un solo pueblo a los hijos de Dios que estaban dispersos” (Juan 11:51, 52, RVC).

A pesar de que el Nuevo Testamento no dice muchas cosas respecto a la vida y obra de ese sumo sacerdote, Caifás es uno de los tristemente célebres personajes de la Biblia. En el patio de reunión de este hombre de autoridad, los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos del pueblo “se confabularon para prender con engaño a Jesús, y matarlo” (Mat. 26:4).

Su existencia histórica está doblemente confirmada:

Por una parte, Josefo dice que Caifás fue nombrado sumo sacerdote por Valerio Grato, el gobernador de Judea. Aunque el sumo sacerdocio era un oficio vitalicio, los líderes romanos se tomaban la libertad de ratificar o sustituir al sumo sacerdote según las conveniencias políticas del momento. Josefo agrega que Caifás también era conocido como José.

En noviembre de 1990, en Jerusalén, se encontraron una docena de osarios. Uno de ellos contenía la inscripción “Yohoseph bar Qaipha”, y una gran cantidad de especialistas consideran que este podría ser el osario del Caifás de los Evangelios.

En el Evangelio de Juan, Caifás aparece ejerciendo una función profética: “Uno de ellos, Caifás, que ese año era sumo sacerdote, les dijo: ‘Ustedes no saben nada, ni se dan cuenta de que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca’ ” (Juan 11:49, 50, RVC). Y a renglón seguido Juan interpreta esta profecía: “Pero esto no lo dijo por cuenta propia sino que, como aquel año era el sumo sacerdote, profetizó que Jesús moriría por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en un solo pueblo a los hijos de Dios que estaban dispersos” (Juan 11:51, 52, RVC).

El texto de Juan alude al cumplimiento de esta promesa: “Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré yo a mis ovejas y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad” (Eze. 34:12).

Si alguno de nosotros siente que vive en medio de las nubes y de la oscuridad que conlleva estar lejos de Dios, hoy Cristo nos recuerda que murió para que estemos cerca de nuestro Padre, para que no sigamos dispersos.

Deja una respuesta