“El Dios de paz aplastará a Satanás”
“Muy pronto el Dios de paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes” (Romanos 16:20, NVI).
Uno de los libros más inspiradores que he leído es Deja que Dios sea Dios, escrito por el pastor José De Gracia. En uno de los últimos capítulos, el autor cuenta la terrible experiencia que vivió tras haber visitado el zoológico de la ciudad de Manaos, en Brasil. El domador del zoológico lo invitó a tomarse una foto con la tigresa Janis, y le sugirió que la usará como una postal de Navidad para sus familiares y amigos.
El día acordado, el pastor De Gracia llegó con su esposa y sus dos hijas. Cuando ya se estaban preparando para iniciar la sesión fotográfica, la tigresa asumió posición de ataque y cuando estaba a punto de lanzarse contra una de sus hijas, el pastor De Gracia se colocó entre la bestia y la pequeña. Logró salvar a su niñita, pero las garras del felino apretaron fuertemente la pierna del pastor. Luego de terribles minutos de agonía, el domador consiguió que la bestia soltara la ensangrentada pierna de este valiente padre. Al final del relato, De Gracia nos deja esta impactante lección:
“Una fiera es una fiera y, aunque parezca inofensiva, puede atacar. Sus instintos, por muy bien amaestrada que esté, pueden salir a escena en cualquier momento. Así mismo sucede con el archienemigo de las almas, Satanás. Parece inofensivo, te invita a sacarte la gran foto de tu viva, esa que te hará famoso, esa que te lanzará al estrellato y al éxito que tú imaginas y, de pronto, como fiera que es, se abalanza sobre ti, te somete con sus garras, te atrapa y te asfixia”.²²⁹
Satanás, ese “león rugiente” que procura devorarte, se ha especializado en “matar y destruir” (Juan 10:10). Pero, aunque sientas que Satanás te tiene agarrado por una pierna, y que luce como una bestia furiosa e imponente, él no podrá derrotar a los seguidores de Cristo. Esta es la maravillosa y preciosa promesa para todos los que están bajo feroz ataque del enemigo: “Muy pronto el Dios de paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes” (Rom. 16:20, NVI).
Ese enemigo que hoy te engaña, te humilla y te hiere, pagará por sus ataques contra ti. Ya se acerca el momento. Muy pronto, con tus propios ojos, verás a nuestro poderoso Señor derrotarlo definitivamente.
229 José De Gracia, Deja que Dios sea Dios (Doral, Florida: IADPA, 2021), p. 250.
¡Feliz Sábado apreciados hermanos en Cristo Jesús!