Matutina para Adultos | Sábado 08 de Marzo de 2025 | Fiel en lo poco

Matutina para Adultos | Sábado 08 de Marzo de 2025 | Fiel en lo poco

Fiel en lo poco

«Si alguien es de fiar en lo poco, será de fiar en lo mucho» (Lucas 16: 10, PDT).

Cuando era todavía un niño, mi madre, para insistirme sobre la importancia de terminar mis trabajos en todos los detalles, me solía repetir un dicho muy conocido, y presuntamente histórico: «Por un clavo se perdió una herradura; por una herradura, un caballo; por un caballo, un caballero; y por un caballero, un reino».

Este dicho lo recoge George Herbert en su Jacula Prudentum, una antigua recopilación de proverbios y frases célebres publicada en 165l. El dicho podría inspirarse en una famosa leyenda basada en la muerte del rey inglés Ricardo III, cuya derrota en la batalla de Bosworth fue inmortalizada por el célebre verso de Shakespeare, en su obra Ricardo III (1594-1597): «¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!».

El rey Ricardo se preparaba para la batalla de su vida. Los ejércitos enemigos, conducidos por el conde de Richmond, marchaban contra él. El combate decidiría quién gobernaría Inglaterra. La mañana de la batalla, Ricardo envió a un palafrenero a comprobar si su caballo favorito estaba preparado. Por las prisas no le puso todos los clavos que necesitaba en una de las herraduras. En medio de la batalla el caballo perdió la herradura, tropezó, y Ricardo cayó al suelo. El asustado animal echó a correr y, cuenta la historia que el rey desesperado gritó: «¡Un caballo! ¡Mi reino por un caballo!».

Pero no había ningún caballo a mano. Su ejército se había desbandado y los soldados enemigos se abalanzaron sobre él sin remedio.

El mensaje de Jesús nos recuerda la importancia que tiene, para nuestro carácter, el hecho de prestar atención a los pequeños detalles, de terminar lo que emprendemos y no dejar nada a medias.

Comenzar algo suele llenarnos de entusiasmo. Empezar un nuevo año, un nuevo trabajo, un nuevo proyecto: lo nuevo trae consigo, además de naturales inquietudes, hermosas expectativas. Pero el carácter se prueba en la capacidad de persistir cuando el éxito no llega, y la fatiga y el desánimo nos vencen.

Perseverar es la clave de quienes alcanzan sus metas. Los grandes proyectos requieren atención constante. Las grandes obras se componen de pequeños esfuerzos, de acciones repetidas que no parecen tener mucha trascendencia.

Por eso hoy te pido, Señor, que me recuerdes la importancia de ser fiel en lo poco, de prestar atención a las cosas pequeñas. Sé que, si persevero y actúo con sentido del deber y cuento con tu ayuda, juntos tú y yo lo lograremos.

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