Matutina para Adultos, Sábado 10 de Abril de 2021

Matutina para Adultos, Sábado 10 de Abril de 2021

Escuchar Matutina

Servidores y administradores

“Por tanto, que los hombres nos consideren como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios” (1 Corintios 4:1).

En el capítulo 4 de 1 Corintios, tenemos tres secciones. 

En la primera, Pablo se dirige a los pastores, a los predicadores y a los que son responsables del ministerio del evangelio. Ellos no debían ser líderes de facciones de partidos en conflicto. Cristo dio a sus obreros la responsabilidad de compartir su Palabra con el mundo. No se les permite predicar y enseñar opiniones y creencias humanas, sino que son responsables de presentar el mensaje puro de la salvación, no adulterado.

En la segunda sección, Pablo recuerda a los predicadores del evangelio que pueden sufrir mucho, pero deben sobrellevarlo con valor. Ante la mentira, deben bendecir; ante la persecución, deben soportar; y ante las peleas, deben buscar reconciliación.

Finalmente, en la tercera sección, Pablo escribe como un padre a sus hijos. Les plantea el desafío de imitar su comportamiento. Y, como buen padre, les llama la atención diciendo que no deben ser arrogantes. 

Aquellos que toman en serio el evangelio de Jesucristo son llamados a ser ejemplos como servidores. Es necesario enseñar, hablar y orientar. Pero también es muy necesario mostrar en nuestra vida el poder del evangelio a través del ejemplo.

Hablar es fácil, pero dar ejemplo es actuar de una manera que los demás pueden imitar. Un ejemplo es la persona digna de ser imitada por sus buenas cualidades. “Por ejemplo” es la expresión que se usa para presentar un caso concreto de lo que estamos explicando, y “tomar ejemplo” es actuar o comportarse siguiendo el modelo de otra persona.

En el texto, Pablo menciona a los servidores. Originalmente se designaba con ese término a los remeros de las galeras de guerra para distinguirlos de los soldados que peleaban en cubierta. Después, comenzó a usarse para cualquier subordinado que hacía trabajos pesados o los ordenanzas que servían al comandante. Por eso, Pablo cree que estos servidores son los ordenanzas del gran Comandante en Jefe, Jesús, siendo así los representantes oficiales humanos de Cristo y los funcionarios regios de su Reino.

Por su parte, los administradores son los mayordomos. Los griegos aplicaban esta palabra a los esclavos o los libertos a quienes se les confiaba el cuidado y el manejo de la casa y la tierra pertenecientes a su amo. 

Señor, ayúdanos a ser fieles servidores y administradores de tu iglesia, buscando salvar pecadores, porque “la Biblia no manda a los pecadores a buscar la iglesia, sino que manda a la iglesia a que busque a los pecadores” (Billy Graham).

Servidores y administradores

“Por tanto, que los hombres nos consideren como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios” (1 Corintios 4:1).

En el capítulo 4 de 1 Corintios, tenemos tres secciones. 

En la primera, Pablo se dirige a los pastores, a los predicadores y a los que son responsables del ministerio del evangelio. Ellos no debían ser líderes de facciones de partidos en conflicto. Cristo dio a sus obreros la responsabilidad de compartir su Palabra con el mundo. No se les permite predicar y enseñar opiniones y creencias humanas, sino que son responsables de presentar el mensaje puro de la salvación, no adulterado.

En la segunda sección, Pablo recuerda a los predicadores del evangelio que pueden sufrir mucho, pero deben sobrellevarlo con valor. Ante la mentira, deben bendecir; ante la persecución, deben soportar; y ante las peleas, deben buscar reconciliación.

Finalmente, en la tercera sección, Pablo escribe como un padre a sus hijos. Les plantea el desafío de imitar su comportamiento. Y, como buen padre, les llama la atención diciendo que no deben ser arrogantes. 

Aquellos que toman en serio el evangelio de Jesucristo son llamados a ser ejemplos como servidores. Es necesario enseñar, hablar y orientar. Pero también es muy necesario mostrar en nuestra vida el poder del evangelio a través del ejemplo.

Hablar es fácil, pero dar ejemplo es actuar de una manera que los demás pueden imitar. Un ejemplo es la persona digna de ser imitada por sus buenas cualidades. “Por ejemplo” es la expresión que se usa para presentar un caso concreto de lo que estamos explicando, y “tomar ejemplo” es actuar o comportarse siguiendo el modelo de otra persona.

En el texto, Pablo menciona a los servidores. Originalmente se designaba con ese término a los remeros de las galeras de guerra para distinguirlos de los soldados que peleaban en cubierta. Después, comenzó a usarse para cualquier subordinado que hacía trabajos pesados o los ordenanzas que servían al comandante. Por eso, Pablo cree que estos servidores son los ordenanzas del gran Comandante en Jefe, Jesús, siendo así los representantes oficiales humanos de Cristo y los funcionarios regios de su Reino.

Por su parte, los administradores son los mayordomos. Los griegos aplicaban esta palabra a los esclavos o los libertos a quienes se les confiaba el cuidado y el manejo de la casa y la tierra pertenecientes a su amo. 

Señor, ayúdanos a ser fieles servidores y administradores de tu iglesia, buscando salvar pecadores, porque “la Biblia no manda a los pecadores a buscar la iglesia, sino que manda a la iglesia a que busque a los pecadores” (Billy Graham).

Deja una respuesta