“El que los llama es fiel, y así lo hará”
“Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser –espíritu, alma y cuerpo– irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y así lo hará” (1 Tesalonicenses 5:23, 24, NVI).
Un día, el famoso psicólogo y líder del conductismo B. F. Skinner se encontró con el dramaturgo inglés George Bernard Shaw. Tras un efusivo saludo, Skinner le dijo a Shaw: “Su libro inspiró mi carrera. Me convenció de una vez y para siempre de la profunda verdad del conductismo”. Shaw pensó que aquello era una broma y le dijo: “¡Pensé que mi libro destruía el argumento del conductismo de una vez y para siempre!” El problema radicó en que Skinner no acabó de leer el libro. En los primeros capítulos Shaw había construido un caso en favor del conductismo, pero en el último capítulo Shaw desmontó todo lo que había dicho en los capítulos anteriores. Una lectura incompleta le dio a Skinner una perspectiva equivocada.²⁴⁷
Hemos llegado al final de un año. Son muchos los capítulos que hemos acabado, los episodios que han concluido, pero todavía no hemos acabado de leer los capítulos restantes del libro de nuestra vida, lo que hemos visto es una versión incompleta. En este momento puedes tener una versión errada, limitada, de ti mismo y de tu futuro; pero no te puedes detener, debes seguir avanzando hasta que llegues al último capítulo y veas cómo Dios cumplió en ti esta promesa: “Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser –espíritu, alma y cuerpo– irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y así lo hará” (1 Tes. 5:23, 24, NVI).
Tras analizar profundamente tu vida quizá te hayas dado cuenta de que todavía no eres santo, que no eres irreprochable, que tu espíritu, alma y cuerpo prefieren caminos que los alejan de la voluntad divina. Sin embargo, si sigues leyendo, si sigues avanzando por fe, verás que el último capítulo de tu vida demostrará que Dios es fiel, que él cumplirá lo que ha prometido y que tú estarás de pie cuando ocurra “la venida de nuestro Señor”.
Ni tú ni yo somos fieles, pero Dios es fiel y él sí cumplirá su promesa. Lo verás cuando llegues al final del “libro”.
247 Burke Hedges, Lea y hágase rico (Buenos Aires: Time & Money Network Editions, 2002), pp. 36, 37.