Dios da importancia a la relación entre padres e hijos
“Honra a tu padre y a tu madre –que es el primer mandamiento con promesa–, para que te vaya bien y vivas largo tiempo sobre la tierra” (Efesios 6:2, 3).
En los años cincuenta del pasado siglo, se inició en la Universidad de Harvard un estudio muy revelador. Se eligieron al azar 126 personas, a los que se interrogó sobre la relación que tenían tanto con su madre como con su padre. Debían calificarlas como “muy cercana”, “cálida y amistosa”, “tolerante”, “tensa” o “fría”.
Se dio seguimiento a los participantes durante 35 años, y se publicaron los resultados en 1997. El estudio arrojó que, en el caso de los que no mantenían una buena relación con sus madres (fría, tensa o tolerante), al 91 % se le había diagnosticado enfermedades graves en la mitad de la vida, frente al 45 % de los que habían manifestado tener relaciones cercanas y cálidas con sus madres. Respecto a la relación con los padres varones, el 82 % de los participantes que tenían una relación poco cálida y poco cercana con ellos había sido diagnosticado con enfermedades al llegar a la mitad de su vida, en comparación con el 50 % de los que se sentían cercanos y queridos por sus padres. Pero el dato más perjudicial fue la desconexión de los hijos con ambos padres. A todos y cada uno de los participantes en el estudio (es decir, el 100 %) que calificaron a sus madres y padres de poco afectuosos y poco cercanos en la década de 1950, se les había diagnosticado una enfermedad grave durante los 35 años que siguieron al inicio del estudio.33
Está científicamente demostrada la relación directa que existe entre la buena relación con nuestros padres y los años de vida y salud que gozamos. Nuestro Dios quiso proveernos esos beneficios cuando estableció en su santa Ley el amar y honrar a nuestros padres. Si quizá los primeros años no fueron los mejores en cuanto a la relación que tuviste con tus progenitores, recondúcela con la ayuda de Dios, y honrarlos lo mejor posible. Y si la relación que tienes con tus hijos no es afectuosa, toma hoy una decisión que afectará sus vidas para bien. Porque más importante que la ciencia es la Biblia, según la cual “el primer mandamiento con promesa” es: “Honra a tu padre y a tu madre”. No te pierdas esa promesa.
33* L. G. Russek y G. E. Schwartz, “Narrative descriptions of parental love and caring predict health status in midlife; a 35-year followup of the Harvard Mastery of Stress study”, citado en Sabia-Mente (Doral, Florida: IADPA, 2023), pp. 286, 287.