Matutina para Adultos | Viernes 21 de Julio de 2023 | “Él habrá de manifestarse”

Matutina para Adultos | Viernes 21 de Julio de 2023 | “Él habrá de manifestarse”

“Él habrá de manifestarse”

“Conozcamos al Señor; vayamos tras su conocimiento. Tan cierto como que sale el sol, él habrá de manifestarse” (Oseas 6:3, NVI).

Cansado de oír al misionero hablar siempre de Cristo, un hombre chino lo confrontó con esta pregunta: “¿No podrías predicar de otro tema? Llevas tres días predicando sobre Cristo”. El misionero pensó durante breves segundos y le hizo otra pregunta: “¿Qué comiste en el desayuno?” “Arroz”, contestó el hombre. “¿Y qué comiste en el almuerzo?” Una vez más, respondió: “Arroz”. “¿Y qué comerás en la cena?”, le preguntó el predicador. Y recibió la misma respuesta: “Arroz”. “¿Y qué comiste ayer?” “Arroz”. “¿Y qué comerás mañana?” “Arroz”, le respondió el hombre con cierto grado de incomodidad. Entonces, el misionero le hizo la última pregunta: “¿Y por qué comes arroz siempre?” “¡Porque el arroz me mantiene con vida!” “Pues yo –le dijo el misionero–predico siempre de Cristo, porque él me mantiene con vida y él es la fuente de mi vida”.

El profeta Isaías nos recuerda algo que muchos solemos pasar por alto: Dios “da vida y aliento” a todos los que vivimos en la tierra (Isa. 42:5, DHH). El patriarca Job agrega: “En su mano está la vida de todo ser viviente” (Job 12:10, DHH). ¿De todo ser viviente? Sí, de todos. La de los creyentes y la de los incrédulos; con independencia de nuestra raza y de nuestro género, todos seguimos aquí porque Cristo nos ha dado vida. Seguimos vivos porque Dios sigue compartiendo su vida con todos.

Ahora bien, hemos de usar ese hálito de vida para ir en pos de la verdadera vida, la que va más allá de nuestra experiencia terrenal, la que no acabará cuando nuestro cuerpo quede encerrado en una tumba; la vida que llega por comer y hablar de Cristo cada día. “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final” (Juan 6:54). Juan vincula esta vida con conocer a Dios y a Jesucristo (Juan 17:3).

El profeta Oseas nos hace esta solemne invitación: “Conozcamos al Señor; vayamos tras su conocimiento. Tan cierto como que sale el sol, él habrá de manifestarse; vendrá a nosotros como la lluvia de invierno, como la lluvia de primavera que riega la tierra” (Ose. 6:3, NVI).

Hoy podemos ir tras ese conocimiento y, cuando Cristo se manifieste, seguiremos con vida.

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