La mano protectora de Dios
«El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor» (Salmo 34: 7).
Un automóvil ascendía una pendiente pronunciada en las colinas de Kentucky, Estados Unidos, transportando a seis pasajeros. De repente, el vehículo se encontró con una sección del camino cubierta de hielo sin derretir por los rayos del sol matutino. Antes de que los ocupantes pudieran reaccionar, el automóvil comenzó a girar sobre el hielo como un trompo. A ambos lados del camino se alzaban altos muros de roca, mientras que vehículos se acercaban en dirección contraria. Un choque tendría consecuencias desastrosas. Sin embargo, milagrosamente, el automóvil se detuvo en medio de la línea divisoria del camino, evitando cualquier colisión con otros vehículos.
Un carpintero se encontraba trabajando en lo alto de un andamio, realizando tareas en la parte superior de una casa. De repente, una sección del andamio cedió y el carpintero cayó sobre unas tablas varios metros más abajo. Afortunadamente, solo sufrió algunas magulladuras y en pocos días pudo regresar a su trabajo.
Un agricultor, que había estado trabajando solo con su tractor en funcionamiento, recobró el conocimiento y se encontró tendido casi desnudo junto a la máquina. ¿Qué había sucedido? De alguna manera, su ropa se había enredado en el volante del tractor. Hace unos días, otra persona había perdido la vida de esa manera. El médico que examinó al agricultor afirmó que era un verdadero milagro que sobreviviera y que tardaría un año en recuperarse. Sin embargo, para sorpresa de todos, el lunes siguiente el agricultor ya estaba bien y trabajaba de nuevo.
Una joven pareja vivía en una antigua granja junto a su bebé, mientras cursaban sus estudios en un colegio cercano. Una tarde un estruendo ensordecedor proveniente de la habitación contigua los hizo acudir pálidos y temblorosos. Descubrieron que el revestimiento del techo se había desprendido por completo, excepto en la zona donde se encontraba la cuna de su bebé, quien dormía plácidamente.
Estos son algunos ejemplos de cómo el ángel del Señor nos protege en situaciones de peligro y angustia. Aunque no sabemos cuántas veces ha intervenido a nuestro favor, tenemos plena certeza de que siempre nos ha acompañado.
¿Qué situaciones de tu vida te han hecho sentir la presencia y el cuidado de los ángeles del Señor?