«Jesús dijo: ‘Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen’ » (Luc. 23:34)
Tras la derrota en las semifinales de la Conferencia Oeste frente a los Los Ángeles Lakers, Stephen Curry, la estrella de los Golden State Warriors, realizó un gesto inusual. Firmó la camiseta de Lonnie Walker, pero acompañó su firma con una dedicatoria peculiar: «Sigue creciendo. Todo amor. Nunca te perdonaré lo que hiciste en el juego 4». ¿Qué fue exactamente lo que hizo Walker en ese juego? En el transcurso de ese importante partido, Walker anotó quince puntos en el último cuarto, un desempeño que resultó determinante no solo en la victoria de los Lakers en ese juego, sino también en su avance en la serie.
La frase «nunca te perdonaré» es una expresión que, en algún momento, todos hemos pronunciado o escuchado. En realidad, este tipo de afirmaciones pone de manifiesto los rencores y las amarguras que albergamos en nuestros corazones. Un «nunca te perdonaré» refleja nuestra incapacidad para pasar la página, superar la ofensa que hemos recibido y dejar atrás el daño que hemos sufrido. Aferrarnos a la idea de «nunca te perdonaré» es como si estuviéramos dispuestos a seguir lastimando la herida una y otra vez, impidiendo que sane por completo.
Una investigación reciente plantea que perdonar al que nos ha ofendido constituye una firmeza de carácter. Y eso es precisamente lo que vemos en el ejemplo de Cristo.
En la cruz, mientras los demás de burlaban y lo humillaban, «Jesús dijo: ‘Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen’ » (Luc. 23:34). El ejemplo del Maestro nos invita a practicar el perdón en nuestras vidas, superando nuestros rencores y dando paso a una vida llena de amor y comprensión. El mensaje central de estas palabras de Cristo es que el perdón es una herramienta poderosa que nos permite liberarnos de la carga del resentimiento y el rencor. Negarse a perdonar es como mantener una herida abierta, mientras que el perdón nos brinda la oportunidad de sanar y seguir adelante con nuestras vidas. La capacidad de perdonar es un acto de amor y liberación, y es un camino hacia la sanación y la reconciliación.
Si alguien ha impedido que obtengas la victoria en algún aspecto de tu vida, dile: «Sigue creciendo. Todo amor. Yo te perdono por lo que hiciste en…».
