Matutina para Jóvenes | Domingo 22 de junio de 2025 | Desde el fondo del mar

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Matutina para Jóvenes

«Entonces Jonás oró al Señor su Dios desde dentro del pez» (Jon. 2:1)

La historia de Jonás es uno de los relatos más reconocidos y con múltiples aplicaciones dentro de la Biblia. Hoy te invito a reflexionar sobre el viaje espiritual de este profeta rebelde y el impacto que podría tener en tu vida.

En el primer capítulo, Dios envía al profeta a Nínive; sin embargo, Jonás decide huir a Tarsis en un barco. Mientras Jonás está en alta mar, Dios envía una tormenta que pone en peligro la embarcación. Jonás confiesa que está huyendo de Dios y ruega a los marineros que lo arrojen al mar embravecido. Después de que los marineros acceden y lo lanzan por la borda, Dios rescata a Jonás mediante un gran pez. En el capítulo 2, Jonás ora desde el fondo del mar, reconociendo que Dios le ha otorgado una segunda oportunidad, y se compromete a cumplir la misión (ver Jon. 2:9). En el capítulo 3, Dios envía nuevamente a Jonás a predicar en Nínive.

Aunque la conversión de los ninivitas es uno de los temas principales del libro, a menudo pasamos por alto

la conversión de Jonás. Los ninivitas se arrepienten públicamente, se visten de ropas ásperas y hasta humillan a sus animales, pero Jonás experimenta una transformación en el fondo del mar. Allí nadie lo puede ver, ningún oído humano escucha su oración. Ningún ojo ve sus lágrimas. Jonás no da muestra externa de su arrepentimiento, solo ofrece una oración sincera. Pero eso es todo lo que Dios necesita para perdonarlo y

darle una segunda oportunidad.

La experiencia de Jonás se repite a diario en la vida de millones de personas. Los procesos más significativos de cambio, arrepentimiento y transformación suelen ocurrir en lo más profundo de nuestros corazones.

A muchos nos toca descender solos al fondo del mar, encontrarnos con Dios y emerger transformados sin que nadie se dé cuenta. Pero así, en silencio, es como obra el Espíritu Santo. Él toca y cambia los corazones

de adentro hacia afuera. Quizás en este día te encuentres en el interior de algún gran pez en el fondo del mar, pero no temas, Dios te sacará de las profundidades y volverás a ver la luz de un nuevo amanecer. Solo tienes que orar y confiar en que «la salvación viene del Señor» (Jon. 2:9, NVI).

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