Efemérides
El Juez se sentó y los libros fueron abiertos. Daniel 7:10.
Tal día como hoy, en el año 2136 a.C, se produce en China un eclipse solar. El primero en ser registrado en la historia. Tal día como hoy nació, en 1811, el compositor húngaro Franz Liszt. Fue un virtuoso con el piano, y hasta hoy se recuerda el magnetismo de su persona. Tal día como hoy, en 1906, muere el pintor francés Paul Cézanne. Se lo considera el padre de la pintura moderna. También, en 1973, murió Pau Casals, compositor y violonchelista español. Nadie tocó como él “El cant dels ocells”, un verdadero canto a la paz.
La efeméride más conocida para nosotros, como adventistas, aconteció en el año 1844. Los milleritas pensaban que Jesús volvería ese día y que la Tierra sería purificada. Esperaron todo el día, pero Jesús no volvió. A esa decepcionante experiencia se la conoce como el “Gran Chasco”. Sin embargo, un pequeño grupo de aquellos primeros adventistas siguió estudiando las Escrituras y comprendió que lo que había sucedido aquel día era algo muy diferente. El Santuario de que hablaban las profecías no se encontraba en la Tierra, sino en el cielo. La verdadera efeméride es que Jesús entró ese día en el Lugar Santísimo del Santuario celestial y comenzó el Juicio Investigador.
¿Qué implica la nueva función de Jesús? Implica que él, como nuestro mediador, va un poco más allá en su misión de intercesión. Desde que resucitó hasta 1844 mostró su sacrificio para perdonar y liberar a los pecadores. A partir de 1844, además de su intercesión para perdonar, comienza su intercesión para borrar o no a los que se encuentran registrados en el libro de la vida. ¿Qué quiere decir esto? Es bien fácil. Resulta sencillo distinguir a un malvado de un justo, cualquier ser del universo puede hacerlo. No es tan fácil reconocer a alguien que parece justo de corazón, pero que no lo es. En el Juicio Investigador se aclara este asunto. Los que parecían justos pero que en un momento de su existencia se aferraron a un pecado, serán borrados del libro de la vida. Los que verdaderamente fueron justos y se mantuvieron en la Gracia de Cristo, seguirán en ese libro. Para mí, por tanto, hoy es el día de la “Gran Oportunidad” de seguir abrazando la justicia de Jesús.
Quiero decirte que este es un asunto importante en tu vida. Cada día Jesús te otorga la oportunidad del perdón, de que tus pecados sean borrados. No la desaproveches. Ojalá hoy decidas abandonar aquello que te hace pecador, y continuar en el libro de la vida.