No somos perfectos
«Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro, tú nuestro alfarero; ¡todos fuimos hechos por ti mismo!» (Isaías 64: 8).
¿Sabías que algunas de las obras de arte más famosas del mundo tienen imperfecciones? Por ejemplo, la Mona Lisa de Leonardo da Vinci no tiene cejas ni pestañas; la cabeza, manos y torso del David de Miguel Ángel son más grandes de lo estipulado según las proporciones clásicas; y la torre de Pisa tiene una inclinación de casi cuatro grados.
Sin embargo, estas imperfecciones no les quitan valor ni belleza a estas obras. Al contrario, las hacen más únicas, interesantes y admirables. Muchas personas viajan miles de kilómetros para verlas y apreciarlas.
Lo mismo pasa con nosotros. Somos obras de arte creadas por Dios. Él nos hizo a su imagen y semejanza, y nos dio dones y talentos para glorificarlo. Pero también somos imperfectos. Cometemos errores y nos involucramos en pecados que nos alejan de él y de su plan.
Pero eso no significa que Dios nos rechace o nos desprecie. Al contrario, él nos ama con un amor incondicional y eterno. Él nos dice: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad» (2 Corintios 12: 9). Él nos ofrece su perdón y su gracia a través de Jesucristo, y nos restaura como sus hijos e hijas. Él nos transforma y nos perfecciona conforme a su voluntad.
¿Has experimentado el amor y la gracia de Dios en tu vida? ¿Has aceptado tu imperfección y su perfección? ¿Has dejado que él te moldee y te use como su obra maestra?
Tú eres la obra de arte de Dios. Él te valora no por lo que eres, sino por lo que puedes llegar a ser en él. Él te da un propósito y un destino en su reino. Él te hace brillar y te muestra al mundo como un testimonio de su gloria.
No procures ser perfecto fuera de Dios, más bien reconoce su perfección y tu necesidad de su gracia. Acepta tu condición humana, pero también su obra divina en tu vida. No somos perfectos, pero él sí lo es. Y él nos ama y nos hace partícipes de su perfección.
Eres una obra de arte única e irrepetible, creada por el mejor artista del universo. ¡Glorifica a Dios con tu vida! ¿Qué vas a hacer hoy para vivir como una obra de arte de Dios?