Matutina para Jóvenes | Lunes 21 de Abril de 2025 | Los que procuran la paz

Matutina para Jóvenes | Lunes 21 de Abril de 2025 | Los que procuran la paz

Los que procuran la paz

“Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos” (Mat. 5:9)

A mediados del siglo XVII, George Fox fundó la Sociedad Religiosa de los Amigos, una comunidad cristiana protestante que se adhería a un estilo de vida sencillo y pacifista. En Estados Unidos, su principal representante fue William Penn, fundador de la colonia que lleva su nombre, Pensilvania, desde donde difundía los principios del cristianismo primitivo. La Sociedad Religiosa de los Amigos se conoció comúnmente como los “cuáqueros” (del inglés quake, que significa temblar), ya que Fox instaba a sus seguidores a “temblar ante la Palabra del Señor”, haciendo referencia a Isaías 66:2.

En 1756, la comunidad cuáquera de Pensilvania se negó a abonar un impuesto estatal destinado a financiar una guerra contra la población nativa de la región. Su decidido compromiso pacifista logró prevenir el conflicto armado, consolidando aún más su reputación como pacificadores dentro de la nación. Aquellos que “temblaban ante la Palabra del Señor” se distinguieron no solo por su dedicación a proporcionar una educación de calidad a sus hijos, sino también por sus esfuerzos en favor de la democracia y por ser pioneros en la lucha pacífica por la abolición de la esclavitud.

Hoy, más que nunca, necesitamos adoptar la misma actitud pacifista que caracterizaba a los cuáqueros para transformar nuestro mundo en un lugar mejor. Nos encontramos en una sociedad que parece más fragmentada que nunca, por lo que desear la paz no es suficiente. Quizás por eso, en la séptima bienaventuranza del Sermón del Monte, Jesús empleó una palabra que implica una búsqueda activa de la paz, no simplemente un acto de amabilidad. Dado que en el mismo discurso Jesús nos mandó a amar a nuestros enemigos (Mat. 5:44), “trabajar por la paz” no debe entenderse simplemente como llevar una vida armoniosa con los demás miembros de mi comunidad, sino que abarca a aquellos que se encuentran fuera de ella, incluyendo a nuestros enemigos.

George Fox comprendió que ser un pacificador no surge de forma natural, pues nuestra naturaleza pecaminosa nos lleva a ser combativos y agresivos. Por eso la Sociedad Religiosa de los Amigos enfatizaba la relación personal con Cristo y “temblar ante la Palabra del Señor”. Solo una relación estrecha con el “Príncipe de paz” (Isa. 9:5) nos convertirá en los embajadores de la paz y la reconciliación que el mundo necesita (ver 2 Cor. 5:20).

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