Matutina para Jovenes | Lunes 22 de Mayo de 2023 | Hoy, milagros

Matutina para Jovenes | Lunes 22 de Mayo de 2023 | Hoy, milagros

Hoy, milagros

Él hace cosas grandes e inescrutables, y maravillas sin número. Job 5:9.

El año 1905 se considera el annus mirabilis (año milagroso) de Albert Einstein. Hasta entonces, todo había parecido más o menos normal en su quehacer como científico. Pero ese año publicó cuatro estudios que lo llevaron a la cúspide de la admiración académica. Uno de ellos hablaba de la Teoría de la Relatividad Especial y, a partir de ese momento la física dio un giro radical. Desde entonces hablamos de lo relativo que nos parece el tiempo.

Esas cuatro ideas le otorgaron el calificativo del hombre más inteligente del siglo XX. Creo, sin embargo, que su frase más sabia, a mi manera de entender, fue: “Quiero conocer los pensamientos de Dios, el resto son detalles”.

Era un día de prueba para el joven rabí que hacia milagros. Algunos deseaban evaluar sus métodos y descubrir sus trucos. Otros lo veían como su única esperanza. Uno de ellos, un paralítico, llegó, postrado en una camilla, con la ayuda de unos amigos. Se les había hecho tarde y todo estaba lleno. No había manera de entrar; al menos, una manera normal. Subieron al techo de la casa y lo bajaron a mitad de la sala. Al verlo Jesús, tuvo a bien hacer el primero de los milagros: quitar la culpa de un pecador. Y le dijo: “Hombre, tus pecados te son perdonados”. Los evaluadores, escribas y fariseos, no acababan de creer lo que habían oído. Aquello era una blasfemia. Jesús leyó sus pensamientos, segundo milagro del día, y les propuso el más difícil todavía para aquellos que no ven más allá de lo material. Con certeza les dijo: “¿Qué es más fácil, decir: ‘Tus pecados te son perdonados’, o decir: ‘Levántate y anda’? Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados –dijo al paralítico– a ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. Y, tercer milagro, aquel hombre se levantó y se fue. Entonces, todos exclamaron: “Hemos visto milagros hoy”. Cuarto milagro. ¿Extraordinario? No, un día normal en la vida de Jesús.

No tengo nada que decirle a Einstein sobre física. Me supera con mucho y, como él mismo decía, son detalles. Coincido en la grandeza de los pensamientos divinos. Dios piensa el bien y hace el bien. Piensa el presente y nos da compañía. Piensa el futuro y nos ofrece esperanza.

Hoy, como ayer y mañana, es día de milagros. Solo tienes que apartar los detalles y mirar lo importante para descubrirlos. ¿Los ves? Son tantos, que no se pueden ni contar.

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