Matutina para Jóvenes, Martes 15 de Junio de 2021

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Fija tus ojos en Cristo

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Heb. 12:1, 2).

La autora y compositora de este himno, Helen H. Lemmel, cuenta que un día, en 1918, una amiga misionera le entregó un folleto con el título “Enfocado”.

El material contenía las siguientes palabras: “Así que fija tus ojos en Cristo, mira su rostro y verás que las cosas terrenales comenzarán a oscurecerse repentinamente”.

Estas palabras impactaron profundamente a Helen. No pudo quitarlas de su mente. Ella relata: “De pronto, como si se me hubiera dado la orden de parar y escuchar, me quedé quieta y en mi alma y espíritu se oyó el coro, sin un esfuerzo consciente por escribir la letra, hacer que rimara, o componer la melodía. Creo que fue dictado por el Espíritu Santo”.

Probablemente alguna vez observaste algo detenidamente y notaste cómo la vista sola se adaptaba para resaltar eso y dejar que lo que estaba alrededor perdiera su nitidez, como si voluntariamente pusieras la vista borrosa.

Leonardo Da Vinci fue el primero en fijarse en este fenómeno visual en el siglo XV. Se lo conoce como “visión foveal” y los científicos lo están usando para rastrear el punto focal del usuario y dejar borroso todo lo que lo rodea, y así ahorrar energía. Los investigadores de Nvidia descubrieron que, al aumentar el contraste de la escena periférica, pueden engañar a la mente humana con una resolución baja y aún así conservar el ahorro en varios aspectos y bajar el mareo producido por la realidad virtual.

¿Qué pasaría si fijáramos más los ojos en Jesús? ¡Cuántos malestares nos ahorraríamos!

No hace falta que la tecnología nos demuestre que, cuando nuestra vista está enfocada en lo importante, todo el resto debe ajustarse en torno a eso.

Jesús ya lo demostró al mantener su vista fija en la cruz y darnos la oportunidad de poner nuestros ojos en él.

“… y lo terrenal sin valor será a la luz del glorioso Señor”.

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