Una visión extraordinaria
«Mira siempre adelante, mira siempre de frente» (Proverbios 4: 25).
La buena vista es crucial, especialmente para los jugadores de béisbol. Es imposible convertirse en un excelente bateador si no se tiene buena visión. Los ojos de Babe Ruth fueron fundamentales para su éxito como destacado bateador y corredor de bases. Cuando iba a cazar patos, tenía la capacidad de distinguirlos antes que los demás, incluso antes que el guía. Desde el año 2001, Barry Bonds ostenta el récord mundial de 73 cuadrangulares en una sola temporada, así como el récord absoluto de cuadrangulares bateados de por vida con 762. La importancia de la visión en el béisbol era tan reconocida por Rogers Hornsby que, durante sus 20 años de carrera profesional, evitaba ir al cine o utilizar sus ojos en cualquier actividad que no fuera estrictamente necesaria para mantener su rendimiento con el bate.
Joe DiMaggio, quien falleció a principios de 1999, se convirtió en el ídolo indiscutible de los aficionados al béisbol de décadas pasadas. Durante 16 años, desempeñó el papel de jardinero central para los Yankees de Nueva York. DiMaggio logró un promedio de bateo de 325 en 11 de las 13 temporadas en las que participó. Su logro más destacado ocurrió en 1941, cuando registró una racha histórica de 56 juegos consecutivos bateando de hit, estableciendo un récord que aún perdura. Además, fue nombrado el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en tres ocasiones.
Tú y yo somos bateadores en un juego mucho más importante que el béisbol. Tenemos que saber cuándo debemos batear y cuándo debemos quedarnos quietos. Debemos ser capaces de discernir si una experiencia que se presenta ante nosotros es una oportunidad o una tentación. La Biblia nos aconseja: «Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia. Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y él te llevará por el camino recto» (Proverbios 3: 5-6). Solo de esa manera nuestra visión espiritual se elevará desde este mundo hacia el cielo, permitiéndonos discernir la voluntad de nuestro Padre.
¿Qué obstáculos o distracciones te impiden tener una visión extraordinaria? ¿Cómo puedes confiar más en el Señor y menos en tu propia inteligencia? Pide hoy a Dios que te permita ver más allá de lo natural, y te ayude a buscar «las cosas del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios» (Colosenses 3: 1).