No olvides lo esencial
«He guardado tus palabras en mi corazón para no pecar contra ti» (Salmo 119: 11).
Los amigos de Cynthia miraban hacia el cielo azul para verla lanzarse con paracaídas desde un avión. Era la primera vez que se lanzaría sin ayuda y ella misma accionaría la cuerda para abrir el paracaídas. Quedaron emocionados cuando la vieron saltar.
Los amigos de Cynthia contaron los segundos hasta el momento cuando ella debía abrir el paracaídas, ¡Pero este no se abrió! Esperaron mientras su amiga caía velozmente, pero no sucedió nada. Era evidente que había un grave problema. ¿Por qué no accionaba la cuerda? ¿Por qué no abría el paracaídas de reserva?
Trágicamente, Cynthia no logró su propósito y se estrelló contra el suelo. Murió instantáneamente. Cuando los asistentes llegaron al lugar del accidente, vieron que el paracaídas estaba bien doblado dentro de la funda que llevaba a la espalda. ¿Qué había sucedido?
Luego vieron que la tela de su equipo de paracaidista estaba desgarrada en el lado derecho. Su propia ropa estaba rota y hasta se había lacerado la piel del pecho con los dedos. Pronto comprendieron la terrible verdad. ¡La cuerda del paracaídas estaba en el lado izquierdo! En un momento de pánico lo había olvidado y había tratado desesperadamente de tirar de la cuerda en el lado derecho, pero esta no estaba ahí.
¡Qué triste historia! Cynthia olvidó algo que era esencial y, como resultado de ello, terminó perdiendo la vida. No olvidemos lo esencial en este día: nuestra relación con Dios. Sé como Josué, que decidió seguir al Señor con todo su corazón (Josué 24: 15); como Timoteo, que desde niño conoció las Sagradas Escrituras (2 Timoteo 3: 15); y como Daniel, que se propuso no contaminarse con las cosas de este mundo (Daniel 1: 8).
«Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven y que aún no han llegado los tiempos difíciles» (Eclesiastés 12: 1). No pierdas el tiempo con cosas que no te acercan a Dios. Vive para el Señor desde tu juventud y verás cómo él bendice tu vida.
¿Estás dispuesto a hacerlo? ¿Estás dispuesto a no olvidar lo esencial? ¿Estás dispuesto a vivir para Dios?