Matutina para Jóvenes, Miércoles 14 de Abril de 2021

Matutina para Jóvenes, Miércoles 14 de Abril de 2021

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La invitación

“Les digo que ninguno de aquellos invitados disfrutará de mi banquete” (Lucas 14:24, NVI).

Tuve un alumno de grandes y pícaros ojos azules. Al momento de esta historia, tenía siete años. Era muy inteligente y aprendía muy rápido. Eso a veces le daba más tiempo libre para comenzar a conversar. Mientras sus compañeritos terminaban de hacer la tarea, él comenzaba a organizar algún evento. Sin excepción, todas las clases hacía lo mismo. Ya fuera para merendar, jugar o quedarse a dormir, siempre proponía una invitación a sus amigos. A veces llegaba triste a la clase, pero cuando un amigo respondía positivamente a su invitación, su rostro y actitud cambiaban completamente. ¡Era la mejor noticia para él!

A esa edad, para muchos niños decir: “No te voy a invitar a mi casa” o “No te voy a invitar a mi cumpleaños”, puede significar la peor amenaza que le pueden hacer a sus amigos. Pero él invitaba siempre.

Jesús contó una parábola de un hombre que también preparó un gran banquete con mucha ilusión. Invitó a muchísima gente, pero todos, sin excepción, rechazaron la invitación con alguna disculpa. Cuando el señor se enteró de esto, se enojó, y mandó a su siervo a salir por las calles y traer “a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos” (Luc. 14:21).

Aunque todos estos sí aceptaron, aún sobraban lugares en el banquete y el siervo salió por los caminos y las veredas a invitar más gente para que la casa se llenara. Ya no habría oportunidad para que los primeros convidados asistieran.

Por medio de esta parábola, Jesús enseñó que las bendiciones debían ser compartidas con los más necesitados, y también que las bendiciones que los israelitas se adjudicaban como propias estaban destinadas a todos los hijos de Dios.

Además mostró, con los ejemplos de los invitados que no asistieron, que muchas veces ponemos excusas para pasar tiempo con él y que despreciamos su invitación al estar tan preocupados con nuestras cosas.

“El mundo está pereciendo por falta del evangelio. Hay hambre de la Palabra de Dios. […] El Señor invita a sus siervos a llevar su mensaje a la gente” (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 180, 181).

No sé con qué personaje te identificas más. La enseñanza e invitación sigue vigente en la actualidad. ¿Cómo responderemos?

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