Matutina para Jóvenes | Miércoles 17 de Abril de 2024 | Ni lo uno ni lo otro

Matutina para Jóvenes | Miércoles 17 de Abril de 2024 | Ni lo uno ni lo otro

Ni lo uno ni lo otro

«Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas» (Mateo 6: 24).

¿Has visto alguna vez un murciélago? Es una criatura bastante rara. Cuando extiende las alas y vuela, parece un ave; pero cuando las pliega y se esconde en su cueva, parece un ratón. El escritor de fábulas, Esopo, cuenta que en tiempos inmemoriales hubo una guerra entre aves y cuadrúpedos. El murciélago, que era bastante cobarde, ideó un plan para eludir la responsabilidad de ir a pelear. Cuando se encontraba con las aves, abría sus alas y volaba como un pájaro; pero cuando se encontraba con los cuadrúpedos, las plegaba para hacerse pasar por uno de ellos.

Hasta que un día sucedió lo inevitable. Las aves descubrieron que en realidad el murciélago no era un pájaro. Los cuadrúpedos, a su vez, decidieron que tampoco era uno de ellos. Entonces aves y cuadrúpedos arremetieron contra el murciélago. Y desde entonces, según Esopo, el murciélago teme salir a la claridad, de modo que hace sus correrías en la noche.

En la guerra que comenzó en el cielo y se pelea desde tiempos inmemoriales entre Cristo y Satanás, algunos padecemos del complejo de murciélago. Cuando nos encontramos entre personas incrédulas, plegamos nuestras alas, hablamos como ellos, nos vestimos, comemos y bebemos como ellos y nos divertimos como ellos. Pero al encontramos con nuestros amigos de la iglesia, desplegamos nuestras alas y volamos para tratar de mostrar que nuestra fe surca los cielos. Dios ve nuestra duplicidad, observa nuestra hipocresía. «Penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos» (Hebreos 4: 12, TLA).

¿Por qué ser murciélagos espirituales en esta guerra milenaria si la batalla está segura del lado de Jesús? «Pelearán contra el Cordero; pero el Cordero los vencerá, teniendo con él a los que Dios ha llamado y escogido y son fieles, porque el Cordero es Señor de señores y Rey de reyes» (Apocalipsis 17: 14).

¿Te gustaría ser de aquellos que pronto proclamarán victoria en Cristo? Toma hoy la determinación de permanecer del lado de Jesús.

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