Elige bien
«Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno» (Santiago 1: 5).
Imagina que tienes que elegir entre dos opciones: una es fácil, cómoda y popular; la otra es difícil, incómoda y poco apreciada. ¿Cuál escogerías? Tal vez pienses que la respuesta es obvia: la primera opción, por supuesto. ¿Quién querría complicarse la vida con la segunda opción? Pero espera un momento. ¿Has considerado las consecuencias a largo plazo de cada opción? ¿Has pensado en cómo afectarán a tu relación con Dios, con los demás y contigo mismo? ¿Has consultado a Dios en oración y a su Palabra para saber cuál es su voluntad para ti?
La Biblia nos cuenta la historia de dos hermanos que tuvieron que tomar una decisión importante: Esaú y Jacob. Esaú era el primogénito y tenía derecho a la bendición de su padre Isaac. Jacob era el segundo hijo y quería obtener esa bendición. Un día, Esaú volvió de cazar muy cansado y hambriento. Jacob le ofreció un plato de lentejas a cambio de su primogenitura, y Esaú aceptó sin pensarlo dos veces. Le pareció que era un buen trato: satisfacía su necesidad inmediata y se libraba de una responsabilidad futura.
Sin embargo, Esaú no se dio cuenta de que estaba renunciando a algo muy valioso: la promesa de Dios de hacer de su descendencia una gran nación y bendecir al mundo a través de ella. Esaú eligió lo fácil, lo cómodo y lo popular, pero perdió lo mejor. Jacob, en cambio, aunque actuó con engaño y tuvo que sufrir las consecuencias, valoró la bendición de Dios y la buscó con fe.
La historia de estos dos hermanos nos enseña que debemos ser prudentes y cuidadosos al elegir, pues algunas decisiones pueden cambiar nuestras vidas para siempre. Por eso debemos pedirle a Dios sabiduría para discernir lo bueno de lo malo, lo mejor de lo bueno, y lo eterno de lo temporal.
Hoy tienes el privilegio y el desafío de tomar decisiones sabias. ¿Qué decisiones tomarás hoy? ¿Qué opción te acerca más a Dios? ¿Qué opción te ayuda a cumplir su propósito para tu vida? Pide la sabiduría divina y elige bien.