El agujero de ozono
«Levanten los ojos al cielo, y miren abajo, a la tierra: el cielo se desvanecerá como el humo, la tierra se gastará como un vestido y sus habitantes morirán como mosquitos. Pero mi salvación será eterna, mi victoria no tendrá fin» (Isaías 51: 6).
La capa de ozono es una barrera natural que nos protege de los rayos ultravioleta del sol, los cuales pueden causar daños irreparables en nuestra piel y en nuestro ADN. Sin embargo, esta capa se ha debilitado mucho en los últimos años por culpa de los gases contaminantes que emitimos desde la tierra, como los clorofluorocarbonos y los óxidos de nitrógeno. Estos gases reaccionan con el ozono y lo destruyen, creando agujeros en la capa que permiten el paso de más radiación solar. Según la Organización Meteorológica Mundial, el agujero de la capa de ozono ha llegado a cubrir una superficie tan grande como Europa. Esto tiene graves consecuencias para la salud de las personas y los ecosistemas. Por ejemplo, el cáncer de piel ha aumentado en muchos lugares. También se han visto afectados los cultivos, los animales y el plancton marino, que son la base de la cadena alimentaria.
La Biblia nos advierte que el cielo se desvanecerá como el humo (Isaías 51: 6) y que habrá una plaga en la que el sol quemará con fuego a la gente (Apocalipsis 16: 8-9). Quizás estas profecías se cumplan cuando la capa de ozono se deteriore aún más y nos deje sin defensa ante el sol. Pero Dios no abandonará a sus hijos fieles, sino que les dará su protección. Él es el Creador del cielo y de la tierra, y tiene el poder de restaurar lo que el pecado ha dañado.
Nuestra vida en este mundo es pasajera y vulnerable. Por eso, tenemos que cuidar el medio ambiente que Dios nos ha dado como una bendición. Pero más importante aún es cuidar nuestra relación con Dios y su Palabra, que es nuestra capa de ozono espiritual. Ella nos protege de los efectos del pecado y de las influencias malignas que hay en el mundo. No permitamos que nada ni nadie dañe nuestra comunión con Dios y su voluntad para nosotros. Solo así podremos disfrutar de su paz y su amor en este mundo y en el venidero.