Matutina para Jóvenes | Miércoles 29 de Mayo de 2024 | Confianza absoluta en Dios

Matutina para Jóvenes | Miércoles 29 de Mayo de 2024 | Confianza absoluta en Dios

Confianza absoluta en Dios

«Confiados en Dios por medio de Cristo, estamos seguros de esto. No es que nosotros mismos estemos capacitados para considerar algo como nuestro; al contrario, todo lo que podemos hacer viene de Dios» (2 Corintios 3: 4-5).

En la época de Pablo los cristianos eran considerados con desdén. Eran propagadores de una doctrina desconcertante. Para los griegos constituía un insulto desde el punto de vista intelectual. Para los judíos, era una ridícula herejía.

Lo único que mantuvo en marcha a la iglesia cristiana primitiva fue su total confianza en Dios. Por eso los discípulos se sobreponían al desánimo, no importaba cuán grandes fuesen las dificultades. Era imposible intimidarlos, ni aun con la misma muerte. El apologista Tertuliano afirmó: «Mientras más sangre derraman, más crecemos en número, porque la sangre de los cristianos es semilla». Simplemente, creyeron en la Palabra de Dios al pie de la letra, sabiendo que él es omnipotente.

En los comienzos de la Reforma, un sacerdote detuvo a Martín Lutero y le dijo:

—¿Sabes que el Papa puede borrarte de la faz de la tierra con solo mover su dedo meñique? Cuando envíe a sus príncipes contra ti, ¿a dónde irás?

Su respuesta demuestra por qué se lo conoce como «el roble de Sajonia»:

—Entonces estaré donde he estado siempre: En las manos del Todopoderoso.

¿Qué se puede hacer contra un hombre así? Absolutamente nada. Lutero sentía que su autoridad provenía de Dios, no de sí mismo. Por lo tanto, cualquier ataque que se le hiciera iba dirigido contra Dios, en cuyas manos vivía.

La confianza en Dios fue el motor que preservó a la iglesia durante los siglos de persecución, mientras enfrentaba las circunstancias más desafiantes y deprimentes. Pero ahora que no se nos persigue como antes, o que se nos persigue de una manera diferente, corremos el riesgo de dejar de confiar en Dios. ¿Para qué necesitaríamos confiar en Dios cuando pensamos tener «todo bajo control»? ¿Sigue siendo relevante o válida la confianza en un Ser que no podamos manejar a nuestro antojo?

Tanto en períodos de persecución como de paz, debemos ejercitar nuestra confianza en Dios. Y al hacerlo, nos estamos preparando para ser fieles hasta la muerte. No sabemos lo que nos depara el futuro, pero estamos seguros que el Dios que nos ha traído hasta aquí nos llevará en sus brazos hasta completar su propósito en nuestras vidas.

Deja una respuesta