Matutina para Jóvenes | Sábado 13 de Abril de 2024 | Tres náufragos

Matutina para Jóvenes | Sábado 13 de Abril de 2024 | Tres náufragos

Tres náufragos

«A gritos pido ayuda al Señor y él me contesta desde su monte santo» (Salmo 3: 4).

En una obra titulada The Raft [La balsa] se cuenta la historia de tres aviadores que se vieron forzados a acuatizar en el mar con su avión de combate, durante la Segunda Guerra Mundial. Se pusieron a salvo en un bote inflable. Tenían escasas provisiones y equipo.

Pasaron quince días de hambre y sed torturantes, en los que no llovió ni lograron pescar nada para comer. Aunque apenas podían abrir los labios hinchados y heridos, los tres náufragos comenzaron a cantar himnos y a orar pidiendo la ayuda divina. ¿Contestó Dios sus oraciones? Un ave marina se posó en el bote y ellos la atraparon y se la comieron. Después aparecieron flotando dos cocos que llegaron hasta el costado del bote. Esa fue la respuesta de Dios a sus oraciones y a su necesidad.

Aquellos hombres habían hecho todo esfuerzo para mantenerse con vida. Aunque estaban rodeados por tiburones y a cientos de kilómetros de tierra firme, no se dieron por vencidos. En cambio, lucharon contra las olas que podrían haberlo sepultado en las profundidades del mar. La fuerza de las olas los arrojó cinco veces al mar, pero en cada ocasión volvieron al bote. Tenían una fe inquebrantable de que alguien los rescataría.

Después de pasar treinta y cuatro días a la deriva llegaron a una islita donde lograron mantenerse con vida hasta que fueron rescatados. Dios no los abandonó; los sostuvo en medio de sus tribulaciones. Ellos podían decir con el salmista David: «A gritos pido ayuda al Señor y él me contesta desde su monte santo» (Salmo 3: 4).

Del mismo modo nuestra fe se basa en Dios. Aunque parezca que vamos a la deriva, podemos descansar en los poderosos brazos de nuestro Señor. Tal vez no conozcamos el camino que nos está trazando, pero sabemos que nos llevará a tierra firme, a «la nueva Jerusalén», la ciudad de Dios.

¿Has puesto tu confianza en Jesús? Él no ha abandonado la barca, sino que está con nosotros para llevarnos a puerto seguro. Si le clamas con fe, él responderá prestamente y te mostrará su salvación.

Deja una respuesta