Comienza a correr a tiempo
«Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta» (Mateo 25: 10).
Un muchachito corrió para alcanzar el ómnibus, pero no lo logró. Cuando se detuvo jadeante, un hombre le dijo: «No corriste lo suficientemente rápido». «No —contestó el niño—, corrí tan rápido como pude, pero no comencé a correr a tiempo». ¿Podría suceder que algunos no estemos listos para encontrarnos con el Salvador porque no nos preparamos con suficiente tiempo?
Uno de los mayores obstáculos para el progreso espiritual es la creencia de que aún hay mucho tiempo por delante. Algunos jóvenes cristianos actúan como si tuvieran toda la eternidad para prepararse para el cielo. Descuidan las cosas espirituales y viven solo el presente. Si Cristo regresara hoy, no estarían listos ni desearían verlo.
Cuando mi esposa y yo nos enteramos de que una amiga estaba luchando contra una enfermedad terminal, le enviamos una carta. Su respuesta decía: «Hace años entregué mi vida al Señor y él me ha dado muchas pruebas inequívocas de su dirección. No dudo de su amor y cuidado ahora». La carta continuaba con la más significativa declaración que yo haya leído: «Amigos, asegúrense de fundamentar sólidamente su fe ahora, mientras gozan de salud y vigor. Si la mía no hubiera estado arraigada firmemente antes de este sufrimiento, ahora no podría mantener mi confianza en Dios».
Esta historia nos muestra la importancia de aprovechar las oportunidades que Dios nos da para crecer en su gracia y conocimiento. La Biblia nos dice: «No presumas del día de mañana, pues no sabes lo que el mañana traerá» (Proverbios 27: 1). También nos advierte: «Cuiden mucho su comportamiento. No vivan neciamente, sino con sabiduría. Aprovechen bien este momento decisivo, porque los días son malos» (Efesios 5: 15-16).
¿Qué estás haciendo con el tiempo que Dios te ha dado? ¿Estás invirtiendo sabiamente o lo estás desperdiciando en cosas pasajeras? ¿Te estás preparando para encontrarte con el Señor o estás confiando en que tendrás otra oportunidad más adelante?
No esperes a que sea demasiado tarde para llenar tu lámpara de aceite. El novio puede llegar en cualquier momento y solo entrarán con él los que estén listos. ¿Tú lo estás? «¡Prepárate para encontrarte con tu Dios!» (Amós 4: 12).