Provisión abundante
“Este es el mensaje del Señor para Zorobabel: ‘No depende del ejército, ni de la fuerza, sino de mi Espíritu, dice el Señor todopoderoso’ ” (Zacarías 4:6).
Si te gustan los chocolates y tienes una chocolatería al lado de tu casa (y dinero) puedes estar tranquilo de que siempre tendrás tu alacena llena de chocolates. Si se te agotan, solo tienes que dar unos pocos pasos y volver a comprar. Pero hay otros artículos que, en lugar de ser gustos, son necesidades y los adultos deben comprarlos. Por ejemplo, la gasolina que usa el auto para poder ir adonde tu familia necesita. ¿Cómo crees que se sentirían tus padres si pudieran obtener gasolina de forma gratuita? ¡Seguramente muy afortunados!
En la quinta visión que se le presentó a Zacarías, el mensaje central es la promesa de algo más valioso que los chocolates o la gasolina: el Espíritu Santo. En esa visión, el profeta ve “un candelabro de oro, con un depósito de aceite encima. En lo alto tiene siete lámparas, a las que llega el aceite por siete tubos. Junto al candelabro hay dos olivos, uno a su derecha y otro a su izquierda” (Zac. 4:2, 3).
La buena noticia de esta visión son los dos olivos que están junto al candelabro, eso garantizaba que nunca faltaría aceite de oliva para las lámparas del candelabro. El aceite simboliza al Espíritu Santo que nos hace brillar como lámparas para atraer a las personas a Jesús. Así como Dios le dijo al profeta: “No depende del ejército, ni de la fuerza”, hoy Dios te recuerda que tu crecimiento en la vida cristiana no depende de tu inteligencia, tus recursos o cualquier virtud que tengas, sino solo del Espíritu Santo. Y así como el aceite de la visión, el Espíritu Santo nunca se agotará.
¿Quieres pedirle a Dios que te llene con su espíritu hoy para ser como una lámpara que alumbra el camino de otros?