¡Victoria absoluta!
“Cuando los trajeron ante Josué, él llamó a todos los hombres de Israel, y dijo a los jefes militares que estaban con él: ‘Acérquense y pongan el pie sobre el cuello de estos reyes’ ” (Josué 10:24).
Es desalentador mirar un partido de fútbol que termine en empate. Lo que ocurrió con Israel, al conquistar Canaán, fue una victoria aplastante. No quedó duda de que eran los dueños absolutos de cada ciudad. Josué 12 es como el titular de un periódico que nos dice en pocas palabras qué ocurrió: ¡Treinta y un reyes derrotados! (vers. 24).
El versículo de hoy describe el triunfo específico de cinco de esos reyes. Primero fueron “encarcelados” en una cueva; luego, Josué los mandó a sacar y dio la orden de que los jefes pusieran sus pies sobre sus cuellos. Este acto representaba los triunfos obtenidos hasta ese momento, pero también servía para animar al pueblo a avanzar con la garantía de la victoria. El versículo 25 dice: “Entonces Josué les dijo: ‘No tengan miedo ni se desanimen; al contrario, tengan valor y firmeza, porque esto mismo hará el Señor con todos los enemigos de ustedes’ ”.
Hoy Dios quiere darte la victoria total sobre tus propias debilidades. Todos enfrentamos pruebas, tentaciones e invitaciones a desobedecer, pero si tu primera acción es orar, si te alejas del lugar o de la persona que te sugiere lo equivocado, si creas una barrera para distanciarte de lo que a Dios le desagrada, puedes tener la seguridad de que siempre serás un triunfador.
Lo más importante es que Jesús es el Vencedor total sobre aquellos enemigos que hoy no podemos vencer. Jesús ya venció a Satanás en la cruz. Se cumplió la promesa que Dios hizo en el Jardín del Edén, de que Jesús iba a aplastar la cabeza de Satanás como la cabeza de una serpiente (Gén. 3:15).
Aún así, hay enemigos como la enfermedad, el dolor y la muerte que serán aplastados por nuestro Rey en su Segunda Venida.
Muy bonito para reflexionar y mirar a Jesús como vencedor eterno