
La abuela más sonriente
«No habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más». Apocalipsis 21:4.
Era difícil para la mamá explicarle a Felipe que la abuela no regresaría a casa. Después de casi un mes en el hospital, ella no había resistido, y la familia se acababa de enterar de la triste noticia de su fallecimiento.
La abuela era la persona más sonriente, era más entusiasta que una mamá con sus patitos en el parque. Era ella quien despertaba a Felipe temprano y le preparaba su licuado, siempre con una sonrisa en el rostro. El muchacho oró por su abuela, sus compañeros de la escuela y amigos de la iglesia también oraron por ella, incluso los vecinos… ¡todos!
Él sintió que su corazón se encogía y el llanto fue inevitable. La mamá también estaba llorando. Nunca había visto a su mamá llorando. Abrazó a su mamá bien fuerte, usando toda su fuerza de niño de seis años.
-Cuando Jesús regrese, veremos a la abuela nuevamente, mamá. ¿El lago del Cielo tiene patos también? La mamá se detuvo para secar las lágrimas del rostro… Su rostro se iluminó con esperanza. Sí, en el Cielo nos vamos a reencontrar con familiares y amigos que fallecieron. Sí, allá en el Cielo tendremos patos, lagos, sonrisas y mucha alegría.
MI ORACIÓN: MI DIOS, GRACIAS POR LA ESPERANZA DE UNA VIDA DE ALEGRÍA EN EL CIELO.
¿Con quién quieres reencontrarte en el Cielo? Charla acerca ole eso con tu familia.
Esperanza: confianza en que va a suceder algo muy bueno.