
Flores en el suelo
«Y la manera de tener vida eterna es conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste a la tierra». Juan 17:8.
Adán se puso tan triste al ver cómo caía al suelo la primera flor que sintió que su corazón se encogía. Sabía que Dios había creado todas las cosas para que duraran para siempre. Antes, al caminar por el jardín del Edén, admiraba los colores fuertes de las plantas siempre frescas.
Pero al mirar esa primera flor caída, lloró. Hoy estamos acostumbrados a ver hojas secas en el suelo, pero eso era algo totalmente nuevo y muy triste para Adán. También se dio cuenta de que los animales ya no eran tan mansos como antes. El pecado lo hizo. Trajo tristeza, dolor y muerte.
Pero Dios puso esperanza y perdón en la vida de Adán. Le contó que las cosas en este mundo volverían a ser eternas, porque Jesús haría todo de nuevo. El ser humano tendría aún la oportunidad de la eternidad.
¿Alguna vez has pensado en cómo será vivir en el cielo por la eternidad? Qué increíble será caminar en un jardín sin ninguna hojita en el suelo y donde el cordero y el león jugarán juntos.
Mi oración: Papá que estás en los cielos, gracias porque tendremos una eternidad para vivir a tu lado.