Matutina para Menores | Jueves 29 de Febrero de 2024 | Sadie, la ayudadora

Sadie, la ayudadora

“Pero el defensor, el Espíritu Santo que el Padre va a enviar en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho” Juan 14:26.

Jim tenía un problema. Y vaya si lo tenía. Cuando Jim se enfadaba, y ocurría a menudo, hacía cosas malas a la gente. Una vez, cuando estaba enfadado, golpeó el automóvil de alguien con el puño y le hizo una abolladura. Pero ni el daño que se hizo en la mano impidió que se enfadara. En otra ocasión, se enfadó tanto con una persona que le derramó una taza de chocolate caliente por la cabeza y lo quemó mucho.

Jim tenía un tipo de enfermedad que hacía que le costara controlar su temperamento, y sus enfados y su forma de actuar hacían que no tuviera muchos amigos y se sintiera muy solo.

Un día, Jim oyó hablar de un pájaro que no había sido bien cuidado y que necesitaba encontrar un hogar mejor. A Jim le encantaban los animales, y por eso decidió adoptar a esa cotorra llamada Sadie. Sadie estaba tan mal que hasta había empezado a arrancarse las plumas.

Mientras tanto, Jim se esforzaba mucho por mantener su temperamento bajo control, y cuando sentía que su humor empezaba a cambiar, justo antes de entrar en modo “monstruo furioso”, se paseaba de un lado a otro de su apartamento, murmurando: “Tranquilo, Jim, cálmate. Jim, estás bien”, porque normalmente, eso le ayudaba a relajarse. Un día, cuando empezó a portarse mal, Sadie empezó a graznar lo mismo que le había oído decir: “Tranquilo, Jim, cálmate. Jim, estás bien”.

Jim se sorprendió. Sabía que algunos loros aprendían a repetir palabras, pero no sabía que Sadie lo hiciera. Aquellas palabras de Sadie hicieron que Jim se tranquilizara.

¿No te gustaría tener una Sadie que te ayudara cuando estás enfadado? Jesús nos envía a personas o mascotas especiales para recordarnos lo que nos enseñó sobre no enfadarnos y ser amables los unos con los otros.

Dee

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